BANCO CENTRAL DE COSTA
RICA
JUNTA DIRECTIVA
La Junta
Directiva del Banco Central de Costa Rica, en el artículo 5 del acta de la
sesión 6175-2024, celebrada el 21 de marzo del 2024,
consideró que:
A. El
artículo 2 de la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica, dispone
como parte de sus objetivos principales mantener la estabilidad interna de la
moneda nacional; esto es, procurar una inflación baja y estable. La estabilidad
de precios protege el poder adquisitivo del colón, reduce los costos de
transacción, de información y de coordinación, además, facilita el cálculo
económico por parte de los hogares y de las empresas.
Estas
condiciones favorecen la eficiente asignación de recursos en la economía y la
estabilidad macroeconómica; con ello se incide positivamente en el crecimiento
económico, en la generación de empleo y, en general, en el bienestar de la
población.
B. El BCCR
conduce su política monetaria sobre la base de un esquema de metas de
inflación, cuyo enfoque es prospectivo, y utiliza la Tasa de Política Monetaria
(TPM) como el principal instrumento para establecer su postura de política.
Para
decidir el nivel de la TPM, el Banco Central evalúa el comportamiento reciente
y la trayectoria de los pronósticos de la inflación y sus determinantes
macroeconómicos. La decisión, además, considera el análisis de la coyuntura
económica, así como de los riesgos que identifica, sean internos o externos,
cuya materialización desviaría la inflación de su proyección central.
C. En el
ámbito externo, la inflación internacional continúa a la baja y en algunas
economías este indicador está cercano al objetivo de los bancos centrales, e
incluso en varios países ya se encuentra dentro del rango de tolerancia
definido para la inflación. Los mensajes de las autoridades monetarias han sido
de prudencia: la mayoría de las economías avanzadas mantiene su tasa de interés
de referencia, en tanto que algunas economías emergentes latinoamericanas han
pausado el proceso de reducción de esas tasas.
En este
contexto de tasas de interés aún elevadas, el crecimiento económico de los
principales socios comerciales de Costa Rica, en general, se ha desacelerado,
pero en menor magnitud a lo previsto por sus autoridades; los indicadores de
actividad económica de corto plazo dan señales positivas para esos países.
D. En la
coyuntura nacional, la tasa de crecimiento interanual del Índice Mensual de
Actividad Económica de enero pasado se ubicó en 3,7%, valor que supera el
crecimiento de los principales socios comerciales de Costa Rica; esta
información muestra una moderación que, si bien fue prevista, resultó mayor a
lo esperado.
La Encuesta
Continua de Empleo evidencia un nuevo incremento en la tasa de desempleo al mes
de enero (a 7,9%); sin embargo, desde finales del 2023 tanto la ocupación como
la tasa de participación laboral han aumentado, la tasa de subempleo ha caído y
el empleo formal aumenta, signos que sugieren mejoras en el mercado laboral.
E. Los
datos a febrero último reflejaron deflación interanual, la cual es observada
desde junio del 2023; la inflación general fue -1,1% y el promedio de los
indicadores de inflación subyacente se ubicó en 0,0% (-1,9% y 0,1% en el mes
previo respectivamente); ambos indicadores continuaron por debajo del límite
inferior del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1
p.p.).
La
deflación interanual en los últimos nueve meses ha estado determinada por los
precios de los bienes, en especial alimentos y combustibles, con tasas de
variación interanuales negativas. Lo anterior es consecuente con la disipación
de choques de oferta externos, manifiesta en la reducción en los precios
internacionales de los hidrocarburos y de los granos básicos, junto con
elementos de índole interno como el efecto de la política monetaria restrictiva
y la apreciación de la moneda local. La disminución de los precios externos
también ha sido determinante en la evolución del Índice de Precios del
Productor de la Manufactura, que cayó 4,7% en febrero. Lo anterior anticipa una
menor presión por empuje de costos sobre los indicadores de inflación al
consumidor final.
La
deflación ha sido más persistente de lo previsto en las reuniones previas de
política monetaria; sin embargo, el Banco Central estima que el retorno a
valores positivos para la inflación será partir del segundo semestre del 2024,
y que el ingreso al rango de tolerancia se daría a inicios del 2025.
F. Las
expectativas inflacionarias están alineadas a la meta de inflación. En febrero
del 2024, las expectativas generadas a partir de la encuesta del BCCR se
ubicaron en 2,5% y 3,0% en las mediciones para 12 y 24 meses, respectivamente
(mediana); en tanto que, las estimadas a partir de la negociación de títulos
públicos en el mercado financiero costarricense (expectativa de mercado) fueron
de 2,4% y 2,5% a esos horizontes.
G. La
información disponible, observada y prospectiva, señala que hay espacio para
reducir la TPM; esta valoración considera los riesgos identificados, externos y
locales, que muestran un sesgo a la baja, en contraste con la información
considerada en las reuniones de política monetaria anteriores, toda vez que
algunos de esos riesgos no se han materializado o bien han ocurrido con menor
intensidad.
De los
riesgos a la baja sobresalen un desempeño económico de los principales socios
comerciales del país inferior al previsto, ante los efectos de una política
monetaria que ha sido restrictiva por un tiempo más extenso; y a nivel interno,
un traspaso menor y más lento en las tasas activas del sistema financiero de lo
observado históricamente.
De los
riesgos al alza identificados en esta ocasión, sobresalen los choques de oferta
y fragmentación del comercio global, debido a los fenómenos climatológicos y
conflictos geopolíticos, así como la recomposición en el portafolio de
instrumentos financieros que, si bien recientemente se ha traducido en un
aumento en la preferencia por instrumentos de ahorro en moneda extranjera, no
se ha manifestado en incrementos abruptos en las expectativas cambiarias y,
consecuentemente, en las de inflación.
H. Con base
en el análisis del comportamiento reciente y esperado de la inflación y de sus
determinantes macroeconómicos, de la valoración de los riesgos y del rezago con
que actúa la política monetaria, la Junta Directiva buscará la neutralidad de
la política monetaria en el mediano plazo, en la medida en que las condiciones
lo permitan. Así, los cambios en la TPM continuarán siendo graduales y
prudentes, de manera que permitan responder oportunamente y en la dirección que
corresponda, cuando las condiciones macroeconómicas y la valoración de los
riesgos lo requieran.
dispuso por unanimidad
y en firme:
reducir el
nivel de la Tasa de Política Monetaria en 50 puntos base, para ubicarla en
5,25% anual a partir del 22 de marzo del 2024.