BANCO
CENTRAL DE COSTA RICA
JUNTA
DIRECTIVA
La
Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica, en el artículo 8 del acta de
la sesión 6148-2023, celebrada el 25 de octubre del 2023,
considerando
que:
A.
El artículo 2 de la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica, dispone como
parte de sus objetivos principales el mantener la estabilidad interna de la
moneda nacional; esto es, procurar una inflación baja y estable.
La
estabilidad de precios protege el poder adquisitivo de la población, reduce los
costos de transacción, de información y de coordinación y, además, facilita el
cálculo económico por parte de los hogares y las empresas.
Estas
condiciones favorecen la eficiente asignación de recursos en la economía y la
estabilidad macroeconómica; con ello se incide positivamente en el crecimiento
económico, en la generación de empleo y, en general, en el bienestar de la
población.
B.
El Banco Central conduce su política monetaria sobre la base de un esquema de
metas de inflación. En este contexto, la política monetaria tiene un carácter
prospectivo y utiliza la Tasa de Política Monetaria (TPM) como principal
instrumento para establecer su postura de política.
Para
decidir el nivel de la TPM, evalúa el comportamiento reciente y la trayectoria
de los pronósticos de la inflación, así como la de sus determinantes
macroeconómicos. La decisión, además, considera el análisis del entorno
macroeconómico y sus perspectivas, así como los riesgos, tanto internos como externos,
que de materializarse podrían desviar la inflación de su proyección central.
C.
En el entorno externo, las presiones inflacionarias han cedido a diferentes
ritmos entre países; no obstante, la inflación ha sido más persistente de lo
previsto, y todavía se ubica por encima del objetivo de los bancos centrales.
Debido a lo anterior, la postura de la política monetaria mantiene un tono
restrictivo, aún en aquellas economías donde sus bancos centrales han reducido
la tasa de interés de referencia. Analistas internacionales coinciden en que el
escenario central de pronóstico contempla tasas altas por un período superior
al previsto algunos meses atrás.
D.
En el ámbito local continúa el dinamismo de la actividad económica. En agosto
del 2023 el Índice Mensual de Actividad Económica creció a una tasa interanual
de 6,6% y a una tasa media anual de 5,8% en los primeros ocho meses del año. Al
igual que en meses previos, el impulso en la producción provino, en mayor
medida, del régimen definitivo, que creció 4,7% en términos interanuales, y que
acumuló once meses de aceleración mensual. Si bien la producción de las
empresas amparadas a regímenes especiales de comercio mantuvo una tasa de
crecimiento elevada, como era previsible, esta ha tendido a moderarse.
Por otra parte, los indicadores del mercado laboral nuevamente mostraron
una mejoría. En el trimestre móvil finalizado en agosto, las tasas de desempleo
y subempleo se ubicaron en 8,8% y 6,0%, menores en 3,0 p.p. y 3,6 p.p. a las de
igual mes del 2022. Además, el índice de salario real siguió al alza; no
obstante, su evolución ha sido diferenciada por sector institucional y
calificación: la ganancia en términos reales se observa en los salarios del
sector privado y en los de los trabajadores de calificación media y baja.
E.
En setiembre último la inflación general y el promedio de indicadores de la
inflación subyacente continuaron por debajo del límite inferior del rango de
tolerancia alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1 p.p.). La primera
alcanzó una variación interanual de -2,2%, por lo que, por cuarto mes
consecutivo hubo deflación, aunque de una magnitud menor en comparación con el
mes previo. Por su parte, la inflación subyacente se mantiene en valores
positivos, aunque bajos (0,5% en tasa interanual).
F.
El comportamiento de los indicadores de inflación en los últimos meses ha
estado influido por la reversión de choques de oferta de origen externo. De
estos choques destaca la reducción, en relación con lo observado en el 2022,
del precio de materias primas, en especial de los hidrocarburos y de los costos
de transporte, así como el restablecimiento de las cadenas globales de
suministro.
Existen factores del ámbito interno que también contribuyeron con ese
comportamiento, particularmente:
i) El carácter restrictivo de la política monetaria, a pesar de la
reducción en la TPM aplicada entre marzo y julio últimos (250 puntos base).
ii) El efecto base debido al choque inflacionario del 2022 que se manifestó
con mayor fuerza entre febrero y agosto de ese año.
iii) En menor medida, la apreciación de la moneda local que reduce las
presiones al alza en los precios de los bienes, principalmente de los
importados.
G.
La reversión de los choques de oferta de origen externo también queda de
manifiesto en el comportamiento del Índice de Precios del Productor de la
Manufactura, cuya variación interanual en setiembre último alcanzó -4,9%. Ello
sugiere una menor presión por empuje de costos sobre los indicadores de
inflación al consumidor final.
H.
Las expectativas de la encuesta que aplica el Banco Central, así como las
estimadas con base en la negociación de títulos públicos en el mercado
financiero costarricense, señalan la reducción de las presiones inflacionarias,
al ubicarse en torno a la meta. Es relevante destacar que desde julio del 2022
las expectativas de inflación de mercado a 3 y 5 años, con las cuales se evalúa
el anclaje de esta variable, también se posicionan en torno a esa meta.
I.
Los modelos de proyección del Banco Central indican que la inflación general,
en lo que resta del 2023 mostrará variaciones interanuales cada vez menos
negativas y que retornará al rango de tolerancia alrededor de la meta en el
primer semestre del 2024. Adicionalmente, estos modelos proyectan que, en los
próximos ocho trimestres, la brecha de producto se mantendría en valores
cercanos a cero, con lo cual no se anticipan presiones inflacionarias
originadas en excesos de demanda.
J.
Con la información disponible a la fecha de este acuerdo, la valoración de los
riesgos para la proyección de inflación general es al alza. Destacan las
eventuales presiones alcistas en el precio de las materias primas importadas,
en particular hidrocarburos, ante la intensificación de los conflictos
geopolíticos en el Medio Oriente o por acuerdos de restricción de oferta, así
como las generadas por choques de oferta vinculados a eventos de naturaleza
climática.
La
materialización de estos riesgos tiene implicaciones directas sobre la
inflación local y los costos de producción, y podría incidir negativamente en
el proceso de formación de las expectativas inflacionarias.
Otro
riesgo al alza que está presente es la potencial recomposición del portafolio
de instrumentos financieros, cuya materialización podría incrementar las
expectativas de variación cambiaria y, su eventual transmisión a las
expectativas de inflación. Este efecto se reforzaría ante el aumento en el
precio de las materias primas importadas.
K.
Dada la valoración del comportamiento reciente y esperado de la inflación y sus
determinantes macroeconómicos, de los riesgos y, del rezago con que actúa la
política monetaria, esta Junta Directiva estima que existe espacio para
continuar con la reducción gradual, ordenada y prudente de la TPM, en procura
de alcanzar una posición neutral. Este proceso continuará, siempre y cuando las
condiciones lo permitan.
L.
El Banco Central reitera su compromiso con el seguimiento de la inflación y sus
determinantes macroeconómicos, con el fin de adoptar de manera oportuna las
medidas de política monetaria necesarias para consolidar la estabilidad interna
de la moneda nacional.
dispuso
por mayoría y en firme:
reducir el nivel de la Tasa de Política
Monetaria en 25 puntos base, para ubicarla en 6,25% anual a partir del 26 de
octubre del 2023.