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BANCO CENTRAL DE COSTA RICA
JUNTA DIRECTIVA
La Junta Directiva del Banco Central de
Costa Rica, en el artículo 8 del acta de la sesión 6111-2023, celebrada el 15
de marzo del 2023,
considerando que:
A. El artículo 2 de la Ley Orgánica del
Banco Central de Costa Rica, Ley 7558, dispone que uno de sus objetivos
principales es mantener la estabilidad interna de la moneda nacional, lo cual
implica procurar una inflación baja y estable.
Mediante la estabilidad de precios se
resguarda el poder adquisitivo de la población, se reducen los costos de transacción
e información y, además, se facilita el cálculo económico. Estas condiciones
favorecen la eficiente asignación de recursos en la economía y la estabilidad
macroeconómica y, con ello, se incide positivamente en la actividad económica y
en la generación de empleo.
B. El Banco Central ejecuta su política
monetaria sobre la base de un esquema de meta de inflación, en el que utiliza
la Tasa de Política Monetaria (TPM) como el principal instrumento para
controlar presiones de demanda agregada y, de esta forma, influir sobre la
inflación.
Para establecer
el nivel de la TPM esta Junta Directiva evalúa el comportamiento reciente de la
inflación, el de sus pronósticos y de sus determinantes macroeconómicos, así
como el entorno macroeconómico actual y las perspectivas sobre su evolución
durante el horizonte de la programación. Es por esta razón que se afirma que el
Banco Central conduce su política monetaria de manera prospectiva.
C. La evidencia internacional muestra que
la inflación ha retrocedido en algunos países, desde las tasas máximas
registradas en el 2022; sin embargo, continúa alta y por encima de la meta
establecida por sus bancos centrales. En este contexto, prevalece el tono
restrictivo de la política monetaria en el mundo, manifiesto sobre todo en
incrementos en las tasas de interés de referencia. En algunas economías
emergentes se ha reducido el ritmo de aumento en sus tasas de referencia o
bien, la continuidad del ajuste alcista se encuentra en pausa.
D. La incertidumbre en los mercados
financieros internacionales se incrementó en la última semana, ante la quiebra
de unos bancos estadounidenses y la vulnerabilidad de otras entidades bancarias
en Europa. Ello introduce un elemento adicional que ha de ser considerado en
las próximas decisiones de las autoridades monetarias de esos países.
E. En el ámbito local, la inflación
general y el promedio de indicadores de inflación subyacente muestran un
comportamiento decreciente desde setiembre del 2022. Luego de alcanzar, en ese
orden, tasas de variación interanual máximas de 12,1% y 7,0% en agosto del
2022, en febrero del presente año se ubicaron en 5,6% y 4,8%.
Si bien esos valores aún exceden el límite
superior del rango de tolerancia alrededor de la meta definida por esta Junta
Directiva (3,0% ± 1 punto porcentual), su trayectoria es coherente con la senda
desinflacionaria prevista en el Informe de Política Monetaria de enero pasado.
F. Las expectativas de inflación, a 12 y
24 meses, generadas a partir de la encuesta dirigida a analistas financieros,
consultores en economía, académicos y empresarios, sugieren prospectivamente
una reducción de la presión inflacionaria, pero una relativa resistencia a
ubicarse dentro de ese rango de tolerancia.
En febrero del 2023, la mediana de
expectativas a 12 y 24 meses fue de 5,0% y 4,0% respectivamente, desde los
máximos registrados en el 2022 (9,5% y 7,0%, en ese orden, en agosto pasado).
Ha de señalarse que, por cuarto mes consecutivo la expectativa a 24 meses se
mantuvo en el límite superior de ese rango de tolerancia.
G. El índice de precios del productor de
la manufactura desacelera desde el segundo semestre del 2022, con una variación
interanual que pasó de 17,6% en junio último a 4,2% en febrero del presente
año. Así, la magnitud a la que se transmiten los mayores costos de los bienes
de consumo manufacturados a los precios de consumo final tiende a moderarse.
H. Los modelos de proyección de la
inflación, del Banco Central, contemplan un proceso de reducción gradual de
esta variable. Estos ejercicios reafirman el ingreso de la inflación general al
rango de tolerancia hacia finales del 2023 y, en el primer semestre del 2024 en
el caso de la inflación subyacente. Esta trayectoria es coherente con lo
previsto en el Informe de Política Monetaria de enero pasado.
I. La
desaceleración de la inflación reflejaría, en parte, el proceso de reversión de
los choques de oferta de origen externo, vinculados con la evolución de los
precios internacionales de materias primas, los costos de transporte y las
disrupciones en las cadenas de suministros, así como el efecto sobre la demanda
agregada de las medidas de política monetaria restrictiva aplicadas por el
Banco Central. No obstante, se reconoce que persisten riesgos al alza que
podrían retrasar ese retorno de la inflación al rango de tolerancia.
De estos riesgos destaca, en el ámbito
local, la resistencia de las expectativas de inflación a ubicarse dentro del
rango de tolerancia. En el campo externo, sobresale el riesgo de una mayor
inflación importada asociada a los efectos que puedan derivarse de tensiones
geopolíticas o bien de una pausa en el proceso de control de la inflación por
parte de las economías avanzadas.
J. El efecto acumulado del aumento de 825
puntos base aplicado a la TPM entre diciembre del 2021 y octubre del 2022, se
ha transmitido a las tasas de interés del sistema financiero, lo que contribuyó
a la reducción de la inflación observada en los últimos seis meses.
K. En enero del 2023 la producción creció
4,2 % en términos interanuales, medida con la serie tendencia ciclo del Índice
Mensual de Actividad Económica, lo cual es coherente con un dinamismo económico
que no induce a presiones inflacionarias.
L. Con base en los comentarios anteriores
y el rezago con que actúa la política monetaria, se considera que existe
espacio para que la postura de política monetaria sea menos restrictiva.
M. Finalmente, el Banco Central reitera el
compromiso con el seguimiento continuo de la evolución de los distintos
indicadores macroeconómicos, que le permite adoptar de manera oportuna las
medidas de política monetaria necesarias y en la dirección requerida, ante
cambios en las perspectivas macroeconómicas que modifiquen el pronóstico de
inflación y las expectativas de inflación.
dispuso por unanimidad y en firme:
reducir el nivel
de la Tasa de Política Monetaria en 50 puntos base, para ubicarla en 8,50%
anual. Este cambio aplica a partir del 16 de marzo del 2023.
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