La
Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica en el artículo 7 del acta de la
sesión 5424-2009, celebrada el 20 de mayo del 2009,
dispuso, en firme:
aprobar, con base en la documentación remitida por la División Económica y en
los comentarios y sugerencias formuladas en esta oportunidad, la primera
revisión del Programa Macroeconómico del Banco Central de Costa Rica para el
2009-2010, en los siguientes términos, según documento adjunto.

PRIMERA REVISIÓN
PROGRAMA MACROECONÓMICO 2009-10
BANCO CENTRAL DE COSTA RICA
MAYO 2009
Junta Directiva
Presidente
Dr. Francisco de Paula Gutiérrez Gutiérrez
Ministro de Hacienda
MSc.
Guillermo Zúñiga Chaves
Vicepresidente
MAE Jorge Alfaro Alfaro
Directores
MEE José Eduardo Angulo Aguilar
Dr. Bernal Jiménez Chavarría
Lic. Rodrigo Oreamuno Blanco
El
inciso b) del artículo 14 de la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica
(Ley 7558) establece el compromiso de la Institución de publicar el programa
monetario (1) y sus
respectivas revisiones, con el fin de procurar la consecución del objetivo que
le asigna su ley constitutiva.
(1)
A
partir del 2007 se denomina programa macroeconómico
En cumplimiento de lo anterior, se presenta, con base en el
diagnóstico de la situación económica del primer cuatrimestre del 2009, una
revisión de la meta inflacionaria a diciembre del 2009 y a diciembre del 2010,
así como las proyecciones de crecimiento económico para esos años.
En materia de política no se presenta ningún cambio en la orientación
anunciada en el Programa Macroeconómico de enero del 2009.
El Banco Central procederá a ajustar sus políticas monetaria y
cambiaria en respuesta a cambios sustantivos en el entorno que afecten la
consecución de los objetivos propuestos, lo cual informará oportunamente a la
sociedad, con el fin de promover la transparencia y la adecuada formación de
expectativas por parte de los agentes económicos.
PRIMERA REVISIÓN PROGRAMA
MACROECONÓMICO 2009-10
El Programa Macroeconómico
2009-10 (2) estableció que para el bienio
2009-10 las acciones de política monetaria y cambiaria del Banco Central
estarían dirigidas a lograr:
(2) Aprobado por la Junta Directiva
del BCCR en el artículo 4 del acta de la sesión 5411-2009 celebrada el 21 de
enero del 2009.
a. Que la
variación interanual a diciembre del 2009 del Índice de Precios al Consumidor
(IPC) se ubicara en un 9%, con un rango de tolerancia de un punto porcentual
hacia arriba y otro hacia abajo (± 1 p.p.). Para
diciembre del 2010 la meta de inflación interanual se estableció en un 8% con
igual rango de tolerancia (± 1 p.p.).
b. Reducir de
manera significativa y sostenible el déficit en cuenta corriente de la balanza
de pagos.
c. Continuar
con una estrategia tendiente a reducir los riesgos de contagio de la
restricción de liquidez a nivel internacional hacia el sistema financiero
nacional.
En esa ocasión se indicó que en
materia cambiaria el Banco Central mantendría el compromiso de migrar, de
manera gradual y ordenada, hacia un régimen de mayor flexibilidad y con ello
ampliar los espacios para el uso de la política monetaria.
En el campo monetario los esfuerzos continuarían orientados a mejorar
los canales de transmisión de la política monetaria y, en particular, el
mecanismo de la tasa de interés. Además, el Banco Central mantendría una
política de tasas de interés coherente con su objetivo de inflación, que a su
vez no constituyera una fuente de vulnerabilidad ante movimientos inesperados
de capital.
Por otra parte, el Banco Central procuraría mantener el normal
funcionamiento del sistema de pagos costarricense, mediante un seguimiento
permanente de las condiciones del sistema financiero nacional y los efectos que
sobre éste pudiera tener la crisis financiera internacional.
Las proyecciones macroeconómicas de inicios de año para el bienio
2009-10 fueron elaboradas con base en los elementos que en ese momento se
consideraron más probables. Sin embargo, como se estableció en el balance de
riesgos del Programa Macroeconómico, la incertidumbre en torno a la evolución
de la economía mundial y en general, la elevada volatilidad que caracteriza la
coyuntura económica internacional obliga a una revisión periódica de dichas proyecciones
y, con ello a una evaluación permanente de las acciones de política monetaria y
cambiaria del Banco Central.
Un deterioro superior al previsto para la economía internacional en el
2009, así como el desempeño observado en la evolución de la producción interna
durante los dos últimos trimestres, llevan a una revisión del Programa
Macroeconómico para evaluar su impacto en los diferentes sectores económicos
(3). Las entidades
internacionales, entre ellas el Fondo Monetario Internacional (FMI), han revisado
con mayor periodicidad y siempre a la baja sus proyecciones de crecimiento
mundial para el 2009 (cuadro 1); estas proyecciones estiman la profundización
de la crisis internacional, proyectando recesión para las economías
desarrolladas y desaceleración económica para las emergentes y en desarrollo.
(3) Con
respecto a los otros dos factores de riesgo indicados en enero: a) a la fecha
de realización de este ejercicio no se han observado significativas presiones
alcistas en las cotizaciones internacionales de las materias primas y, b) la
crisis de liquidez internacional no ha afectado la estabilidad del sistema
financiero interno. Sin embargo, el Gobierno y Banco Central continúan con sus
esfuerzos para que la economía costarricense disponga de un “blindaje
financiero” (préstamos contingentes con Banco Interamericano de Desarrollo,
Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional) que atenúe ese potencial efecto.
Cuadro 1
Evolución de las proyecciones de crecimiento mundial para 2009
Tasas anuales en porcentajes

Fuente: Perspectivas de la Economía
Mundial, Fondo Monetario Internacional
El
Programa Macroeconómico aprobado en enero del 2009 utilizó como insumo las
últimas proyecciones disponibles sobre el crecimiento mundial y de los
principales socios comerciales de Costa Rica. En ese momento dichas
proyecciones correspondían a las publicadas en noviembre del 2008. Según se
infiere del cuadro 1 estas cifras eran significativamente más optimistas que
las publicadas en abril del 2009.
En efecto, mientras en noviembre del 2008 el FMI proyectó un
crecimiento económico mundial en torno al 2,2%, la última revisión apunta a una
contracción de 1,3% (un deterioro de 3,5 p.p.).
Particularmente para la economía estadounidense, principal socio comercial del
país, la estimación de su producción real pasó de -0,7% a -2,8% entre ambas
publicaciones. La agudización de la recesión tendrá un impacto adverso mayor al
previsto sobre el comportamiento de los flujos de capital, las exportaciones
netas de bienes y servicios, las transferencias externas, las expectativas y la
confianza de los agentes económicos en Costa Rica.
Como resultado de lo anterior, se prevé que la crisis internacional
que ha afectado la economía costarricense desde el año pasado, tendrá
implicancias más severas que las estimadas a inicios del año. El
condicionamiento que impone el entorno mundial continuará contrayendo la
demanda externa y de mantenerse el endurecimiento de las condiciones
financieras internacionales, se desaceleraría aún más el gasto interno.
En el contexto descrito, se estima que el
producto interno bruto (PIB) a precios constantes se contraerá en el 2009 a un ritmo de 1,8%, cifra inferior a la
proyección de enero (crecimiento de 2,2%) y al dato revisado para el 2008 (2,6%).
No obstante, se prevé que el crecimiento de la economía repunte hacia finales
del 2009, en ausencia de nuevos problemas sistémicos que pudieran afectar los
pronósticos actuales. Por otra parte, según se muestra en el gráfico 1, los
indicadores disponibles sugieren que la fase más contractiva de la producción
estaría concentrada en la primera parte del año.
Gráfico 1
Producto Interno Bruto, en millones de colones de 1991
Serie trimestral desestacionalizada

Fuente: Banco Central de Costa Rica
Particularmente,
para las actividades agropecuarias y manufactura se estiman reducciones de 4,2%
y 9,3%, en ese orden, afectadas por el deterioro de sus mercados de
exportación, así como por contingentes problemas de oferta de los principales
productos agrícolas de exportación y por el mayor deterioro previsto para el
mercado interno.
Para el caso de las industrias de servicios la contracción estimada no
será generalizada, pues algunas estarían creciendo aunque a tasas menores a las
del 2008: a) en comercio, restaurantes y hoteles se espera una contracción de
2,3%, explicada por la desaceleración de la demanda interna y de los servicios
de turismo receptor; b) la construcción disminuirá a un ritmo de 5,6%, debido a
la postergación de planes de inversiones, la reducción de las obras civiles
destinadas a fines privados, tales como vivienda y otras edificaciones no
residenciales vinculadas a la inversión extranjera directa inmobiliaria y; c)
el resto de actividades de servicios experimentarían una desaceleración en el
ritmo de crecimiento, explicado principalmente por los servicios de transporte,
almacenamiento y comunicaciones y los prestados a empresas (ambas actividades
crecerían un 4,5%) (4).
(4) El menor
dinamismo de estas industrias estaría asociado a la menor demanda por servicios
relacionados al comercio de mercancías y con la merma en la demanda externa de
servicios de carácter empresarial provistos, principalmente, por los “call centers” y los “business centers”.
Desde el punto de vista de los componentes del gasto, el cambio en el
comportamiento de la actividad económica real se reflejará en una contracción
tanto de la demanda interna (3,3%) como de la demanda
externa (8,3% para el 2009).
El comportamiento de la demanda interna estaría determinado por la formación
bruta de capital (-17,7%) (5), en consonancia con la contracción del comercio mundial, así como por
el deterioro en la confianza de los productores, que afectarían adversamente
sus decisiones de inversión. La evolución de la formación bruta de capital fijo
estaría explicada, en buena medida, por la caída en la adquisición de
maquinaria y equipo (9,9%), pues el impulso positivo de la inversión pública
(6) estaría compensando
parcialmente el deterioro estimado para las nuevas construcciones privadas.
(5) Se estima
que las empresas utilicen los inventarios acumulados en periodos anteriores,
con lo cual requerirían hacer un menor uso del crédito.
(6) En la
inversión pública se espera un incremento de 15,0% en el 2009, debido a la
continuación de proyectos hospitalarios, carreteras, electrificación,
telecomunicaciones y el Estadio Nacional.
Por su parte, el gasto de consumo final de los hogares continuaría la
desaceleración mostrada desde el año anterior y crecería un 1,8% en el 2009,
porcentaje ligeramente inferior al crecimiento poblacional. Ello suponiendo que
la contracción de la producción afectará negativamente el ingreso real de los
hogares (7), principalmente asalariados,
lo que aunado al pesimismo de los consumidores y la desaceleración en el crédito
bancario justifica el menor crecimiento del consumo.
(7) Se prevé
que el ingreso nacional disponible no cambie en el 2009, debido a que la
contracción que se observaría en la producción nacional sería compensada por
una mejora de los términos de intercambio (3,2%). Esto último producto de la
disminución de los precios de las materias primas a nivel internacional y el
menor pago de rentas al exterior.
En línea con la trayectoria descrita para la demanda global, las
importaciones de bienes presentarían un descenso real cercano al 12,8%, en
particular la maquinaria y equipo, bienes de consumo duradero y materias primas
de los regímenes especiales de comercio.
En este sentido, los efectos de la turbulencia de los mercados
financieros internacionales y las condiciones internas del país se manifiestan
en los componentes de la balanza de pagos, tanto en las actividades reales como
financieras, como se detalla en el cuadro 2.
Cuadro 2
Principales modificaciones en proyecciones del sector externo

Fuente:
Banco Central de Costa Rica
El
déficit de la cuenta corriente se prevé alcance en el 2009 un 4,9% como
porcentaje del PIB, lo cual significa una mejora de poco más de 4 p.p. con respecto al observado en el 2008 (9,0%). En este
comportamiento incidiría, principalmente, el menor importe de la factura
petrolera (8) y los menores requerimientos de materias primas y bienes de capital
derivados de la contracción de la actividad económica. Adicionalmente, en
contraste con lo proyectado a inicios del año la tasa de variación del rubro
turismo receptivo se tornaría negativa, y la renta de inversión y los flujos de
capital privado se revisan a la baja en respuesta a la menor actividad
económica interna e internacional antes comentada.
(8) Los datos observados al primer trimestre y
las previsiones en cuanto a la cotización futura del petróleo en los mercados
mundiales para el 2009, motivaron una reducción en la estimación del precio del
coctel por barril a $60, desde los $70 proyectados a
inicio de año.
Por otra parte, se prevé que los principales agregados monetarios y
financieros registrarán tasas de crecimiento acordes con el comportamiento de
la actividad económica. Además, el Banco Central continuará con sus esfuerzos
por mejorar el canal de transmisión de la política de tasas de interés,
procurando una participación activa en el mercado de liquidez.
Finalmente, la inflación general medida por la variación interanual
del Índice de Precios al Consumidor (IPC), mostró una tendencia desacelerada durante
los primeros cuatro meses del año con respecto a diciembre del 2008 (13,9%). Al
mes de abril la inflación interanual alcanzó 11,8% y la acumulada fue de 1,2%
(9) (3,1% en 2008). Esta menor
presión inflacionaria respondió en buena medida a la disminución de los precios
de alimentos, combustibles y servicios de transporte, comportamiento que no fue
generalizado para los demás componentes de la canasta del IPC.
(9) Esta tasa
expresada en términos anualizados sería de 3,6%.
Para el resto del año no se prevé que se
mantenga el ritmo inflacionario observado en el primer cuatrimestre del año,
debido a la presencia de factores de inercia inflacionaria, al efecto traspaso
de la variación del tipo de cambio, a un incipiente repunte en la cotización de
algunas materias primas importadas y a los ajustes al alza que suelen presentar
algunos productos agrícolas en el segundo semestre del año, asociados entre
otros a factores estacionales.
No obstante lo anterior, las condiciones de demanda interna y la
reducción de las expectativas de inflación de los agentes económicos abren
espacios para ajustar a la baja la meta de inflación para el 2009 y el 2010. Es
por ello que la revisión del Programa Macroeconómico 2009-10 contempla como
meta inflacionaria un 8% al término del 2009 y un 7% para 2010, ambas con un
rango de tolerancia de un punto porcentual (± 1 p.p.).
Cabe indicar que, de atenuarse el efecto estacional al alza que usualmente
presentan los precios de los bienes agrícolas en el cuarto trimestre, se estima
que la variación interanual del IPC para el término del 2009 tiene una mayor
probabilidad de tender hacia el límite inferior (7%) del rango meta.
La economía costarricense (pequeña y abierta)
está expuesta a choques externos como el comportamiento de la actividad
económica internacional, la evolución de las cotizaciones de las materias
primas en el mercado mundial y el efecto contagio de la crisis de liquidez
internacional sobre el sistema financiero doméstico. Por ello el Banco Central
de Costa Rica se mantendrá atento a la evolución del entorno, tanto externo
como interno, con la finalidad de que la ejecución de la política monetaria y
cambiaria sea la adecuada para el cumplimiento de las metas inflacionarias
indicadas. En el cuadro 3 se presentan las proyecciones de las principales
variables macroeconómicas contempladas en la presente revisión del programa
macroeconómico.
Cuadro 3
Principales variables macroeconómicas

Fuente: Banco Central de Costa Rica y
Ministerio de Hacienda