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BANCO CENTRAL DE COSTA RICA
JUNTA DIRECTIVA
La Junta Directiva del
Banco Central de Costa Rica, en el artículo 5 del acta de la sesión 6220-2024,
celebrada el 29 de octubre del 2024,
dispuso en firme:
aprobar el Informe de
Política Monetaria, octubre 2024, cuyo texto se inserta más adelante, de
conformidad con lo establecido en el literal b, artículo 14, de la Ley Orgánica
del Banco Central de Costa Rica, Ley 7558.
INFORME DE POLÍTICA
MONETARIA
OCTUBRE 2024
EL RÉGIMEN DE POLÍTICA
MONETARIA DEL BCCR
La política monetaria
comprende el conjunto de acciones que toma un banco central para influir sobre
la cantidad de dinero disponible en la economía (y sobre las tasas de interés),
con el fin de promover la estabilidad de los precios.
En el caso de Costa Rica,
las disposiciones en materia de política monetaria se rigen por lo establecido
en la Ley 7558, Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica. De acuerdo con su
artículo 2, el Banco Central orienta sus acciones de política monetaria al
logro de una inflación baja y estable como objetivo principal. En enero del
2018, el BCCR adoptó oficialmente el esquema de metas explícitas de inflación
para la conducción de su política monetaria1; sin embargo, desde
años antes implementaba, de hecho, este esquema monetario.
1 Un mayor detalle del
marco de política monetaria del BCCR se presenta en el capítulo 2 del Informe
de Política Monetaria de abril del 2020.
Dicho marco se caracteriza
por el anuncio público sobre el compromiso del banco central de alcanzar un
objetivo cuantitativo (por lo general con un rango de tolerancia alrededor de
la meta) para la inflación en un determinado horizonte de tiempo, y se acompaña
del reconocimiento de que su principal objetivo es mantener la inflación baja y
estable. Además, manifiesta la importancia de la rendición de cuentas y la
explicación de las motivaciones en la toma de decisiones de la autoridad
monetaria, para el proceso de formación de expectativas inflacionarias.
De acuerdo con lo anterior,
la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica definió la meta explícita de
inflación en 3%, con un margen de tolerancia de ± 1 punto porcentual, en un
horizonte de 24 meses.
Esto significa que la
política monetaria del BCCR es prospectiva. Es decir, dado que las medidas de
política monetaria requieren tiempo para transmitirse hacia otras variables económicas
y tener el efecto esperado sobre la inflación, éstas se fundamentan en la evolución
proyectada de la inflación y de sus determinantes. El principal instrumento
para indicar el tono de la política monetaria es la Tasa de Política Monetaria
a(TPM), la cual se revisa de conformidad
con un calendario aprobado por la Junta Directiva, que se hace de conocimiento
público con antelación2. Así, la TPM y la política monetaria en
general se ajustarán de forma tal que la inflación proyectada se oriente a la
meta de 3%.
2 A partir de marzo del
2024, el BCCR realiza una conferencia de prensa luego de cada decisión de
política monetaria, cuyo objetivo es comunicar su decisión y las razones que la
fundamentaron.
Los análisis efectuados por
el BCCR para tomar sus decisiones de política monetaria son informados a la
sociedad por medio de comunicados y documentos analíticos. Entre ellos está el
Informe de Política Monetaria el cual se publica cuatro veces al año, al
término de enero, abril, julio y octubre. Este informe analiza la coyuntura
macroeconómica, detalla las acciones de política monetaria aplicadas por el
Banco Central y presenta las proyecciones de esta entidad para la inflación y
la producción.
PRESENTACIÓN
En nombre de la Junta
Directiva del Banco Central de Costa Rica, presento el Informe de Política
Monetaria (IPM) correspondiente a octubre del 2024. Este documento hace
explícita la visión del BCCR sobre la coyuntura económica, nacional e
internacional, revisa las proyecciones para un conjunto de variables
macroeconómicas y detalla las acciones de política aplicadas y la orientación
de las que ejecutaría para cumplir con los objetivos establecidos en su Ley
Orgánica.
En el tercer trimestre del
2024, la inflación global siguió a la baja y, en algunos países, se ubicó en
valores cercanos a la meta definida por sus bancos centrales. En este contexto,
tanto las economías avanzadas como las emergentes, continuaron el proceso de
flexibilización de su política monetaria, aunque con cautela debido a la
incertidumbre sobre la evolución de los conflictos geopolíticos. Además, la
actividad económica mundial creció a un ritmo moderado, con diferencias entre
las principales economías.
En el ámbito local, la
producción mantuvo en el tercer trimestre del año un relativo buen desempeño,
aunque, tal como se anticipó en el IPM de julio, su ritmo de crecimiento se desaceleró.
La tasa de variación en este periodo (4,0%) es superior al crecimiento promedio
histórico de la economía nacional en el periodo 2010-2019 (3,8%) y a la de
nuestros socios comerciales en el 2023 y 2024 (estimado en 2,6% y 2,1%,
respectivamente).
Los resultados del mercado
laboral a agosto confirman la tendencia decreciente en la tasa de desempleo y
el aumento en el nivel de ocupación, así como en la participación laboral. Adicionalmente,
los ingresos reales de los trabajadores, especialmente del sector privado, se incrementaron,
influidos por la baja inflación y el desempeño positivo de la actividad económica.
No obstante, se requieren políticas públicas que permitan reducir la elevada
tasa de desempleo de la población más joven (de 15 a 24 años).
El déficit de cuenta
corriente de la balanza de pagos (0,3% como proporción del PIB) mostró en el
trimestre en comentario un comportamiento afín con la tendencia decreciente que
ha presentado esta variable a lo largo de las últimas cuatro décadas. Asimismo,
el país recibió un financiamiento externo suficiente para cubrir dicho déficit
y propiciar un incremento de los activos de reserva.
En las finanzas públicas,
al término de los primeros ocho meses del año el Gobierno Central registró un
superávit primario de 0,9% del PIB y un déficit financiero de 2,6% del PIB.
Estos resultados, si bien evidencian un deterioro en comparación con igual
lapso del año anterior, permiten continuar en la senda de la sostenibilidad
fiscal en el mediano plazo.
La inflación general
retornó a un valor positivo, que respondió, en gran medida, al menor ritmo de
disminución de los precios externos, al incremento en los costos del transporte
marítimo y a los efectos de la postura menos restrictiva de la política monetaria.
De igual forma, la inflación subyacente aumentó con respecto al segundo trimestre
del año en curso. Sin embargo, ambos indicadores se mantuvieron por debajo del límite
inferior del rango que contiene la meta de inflación.
Dado este comportamiento de
la inflación, así como el análisis de la trayectoria de los pronósticos de
inflación, de sus determinantes macroeconómicos y de los riesgos que condicionarían
la proyección de inflación, la Junta Directiva del BCCR dispuso en sus
reuniones de setiembre y octubre reducir el nivel de la TPM en un acumulado de
75 p.b., lo que la ubicó en 4,0%. Con ello el Directorio continuó con el
proceso de reducción de esa tasa, en procura de ubicarla en una trayectoria
gradual hacia una postura de política monetaria neutral.
En este informe, se
proyecta un crecimiento de la producción de 4,1% en el 2024, superior en 0,1
p.p. a la estimación de julio último, mientras que la del 2025 se ajustó a la
baja en igual magnitud, hasta 3,9%. En ambos años, la demanda interna
impulsaría el crecimiento. Con estos resultados, el PIB se ubicaría cerca de su
nivel potencial en el horizonte de proyección y no se prevén presiones
inflacionarias por el lado de la demanda agregada.
El déficit de la cuenta
corriente se ubicaría en el bienio 2024-2025, en un valor medio de 1,7% del
PIB, inferior en 0,3 p.p. a lo estimado en julio pasado.
El BCCR prevé que la
inflación general retornaría al rango que contiene a de la meta en el tercer
trimestre del 2025, en tanto que la subyacente lo haría en el segundo trimestre
de ese mismo año.
La revisión de las
proyecciones de las principales variables macroeconómicas presentada en este
informe, están sujetas a riesgos que, de materializarse, podrían desviar la
inflación con respecto al valor central proyectado. La valoración de riesgos
para la inflación se mantiene inclinada a la baja.
Al igual que lo ha hecho
hasta el momento, el BCCR mantendrá una política monetaria prudente, basada en
un análisis prospectivo de la inflación y de sus determinantes, así como los
riesgos cuya materialización podrían desviar a la inflación de su trayectoria
central.
En el mercado de divisas,
participará para atender sus requerimientos y los del sector público no
bancario, lo mismo que para mitigar fluctuaciones violentas en el tipo de
cambio y, en la medida de lo posible, fortalecer aún más el blindaje financiero
del país.
También, continuará con sus
esfuerzos por mejorar la comunicación con el público en general y los mercados
en particular, por medio, entre otros, de documentos como el que se presenta en
esta ocasión.
Róger Madrigal López

RESUMEN
I. Coyuntura económica
En el entorno
internacional, durante el tercer trimestre del 2024 la inflación mantuvo la tendencia
a la baja, lo que ha permitido que en varias economías se ubique en valores cercanos
a la meta definida por sus bancos centrales. Uno de los elementos que más ha influido
en esta trayectoria fue la reducción en el precio del petróleo, hecho asociado
con perspectivas de menor demanda por parte de China, Estados Unidos y la zona
del euro, a pesar de los recortes de producción voluntarios por parte de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados.
Coherente con ello, los
bancos centrales de las economías avanzadas y emergentes han optado por
continuar con la flexibilización de su política monetaria, manifiesta en el
recorte en sus tasas de interés de referencia. Entre las decisiones más
relevantes del trimestre en análisis estuvo el recorte de 50 p.b. aprobado en
setiembre por el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos en su tasa
de referencia, con lo cual la ubicó en un rango de entre 4,75% y 5,0%. En
general, en sus comunicados los bancos centrales han expresado un mensaje de
cautela, dado el alto grado de incertidumbre existente, especialmente por los conflictos
geopolíticos.
En el contexto anterior, la
actividad económica del segundo trimestre del año continuó con un ritmo de
crecimiento moderado, pero disímil entre países y regiones. Para Estados Unidos
y la zona del euro el crecimiento económico (3,0% anualizado y 0,6% interanual,
respectivamente) se revisó al alza con respecto al trimestre previo (1,4% y
0,5% en ese orden), en el primero impulsado por el gasto en consumo y la
inversión y en la segunda, por el aumento de las exportaciones y el gasto
público. Por el contrario, China desaceleró en relación con los primeros tres
meses de año en curso (4,7% desde 5,3%), debido a la moderación de la demanda
interna, la crisis inmobiliaria y las tensiones comerciales con Estados Unidos
y la zona del euro.
En Costa Rica, en promedio,
durante el tercer trimestre la inflación general alcanzó un valor ligeramente
positivo (0,1%), que contrasta con la tasa negativa del trimestre previo
(-0,3%). De igual modo, la inflación subyacente, que se ha mantenido en valores
positivos, también aumentó con respecto al segundo trimestre (0,5% desde 0,2%).
Sin embargo, ambos indicadores continuaron por debajo del límite inferior del
rango definido alrededor de la meta de inflación.
La inflación general del
tercer trimestre estuvo determinada por la evolución de precios del subíndice
de servicios, contrario a lo observado en los trimestres previos, cuando el
subíndice de bienes lideró los resultados de la inflación general.
El incremento de la
inflación responde, en buena medida, al menor ritmo de disminución de los
precios externos, al incremento en los costos del transporte marítimo y a los
efectos de la postura menos restrictiva de la política monetaria.
Por su parte, la actividad
económica mantuvo un buen desempeño en el tercer trimestre del 2024 (variación
interanual de 4,0%) en comparación con el promedio histórico registrado en el
lapso 2010-2019 (3,8%) y con el de sus socios comerciales en el 2023 y el 2024
(estimado en 2,6% y 2,1%, respectivamente), aunque se desaceleró con respecto
al trimestre previo (4,2%). En el periodo en comentario, el crecimiento de la
producción estuvo impulsado, en buena medida, por la demanda externa, en
particular por las exportaciones de bienes del régimen especial y de servicios,
así como por la aceleración en la formación bruta de capital, principalmente en
equipo de transporte, en el sector privado, y de proyectos de infraestructura vial
y eléctrica en el sector público.
Los indicadores del mercado
laboral dan señales positivas. En los últimos tres meses que finalizaron en
agosto, la tasa de desempleo mantuvo un comportamiento a la baja y registró un
valor mínimo histórico (6,7%). Esta reducción se dio en un contexto de aumento
en la ocupación (57,2% y 55,8% un año atrás) y en la participación laboral
(53,3% desde 50,9% en agosto del 2023). Por otra parte, el ingreso real moderó
su ritmo de crecimiento, aunque con diferencias entre grupos del mercado
laboral.
En las finanzas públicas,
en los primeros ocho meses del año el Gobierno Central registró un resultado
primario y financiero equivalente a 0,9% y -2,6% del PIB, respectivamente, lo que
representó un deterioro con respecto a igual periodo del 2023 (1,4% y -2,0% en
ese orden). Este desempeño menos favorable obedeció al incremento de los gastos
totales y al bajo crecimiento de los ingresos, específicamente de los
tributarios.
El saldo de deuda pública
del Gobierno Central creció a un menor ritmo que la actividad económica, por lo
cual la relación de deuda a PIB a agosto (60,0%) disminuyó con respecto tanto a
agosto del 2023 (60,2% del PIB) como al término de ese mismo año (61,1% del
PIB).
En las operaciones del país
con el resto del mundo, en el tercer trimestre del 2024 el déficit de cuenta
corriente de la balanza de pagos con respecto al PIB ascendió a 0,3%, razón
inferior a la registrada un año antes (0,5%). El país recibió financiamiento
externo equivalente a 0,6% del PIB, razón levemente inferior a la observada en
el año previo, pero suficiente para financiar ese déficit y propiciar un
incremento de los activos de reserva
equivalente a 0,3% del PIB.
Por último, el crédito al
sector privado creció acorde con la evolución de la actividad económica y se
estima que el comportamiento tendencial de los agregados monetarios no generará
presiones inflacionarias en los próximos 24 meses.
II. Acciones de política
del BCCR
En las tres reuniones de
política monetaria del primer cuatrimestre del 2024, la Junta Directiva del
BCCR redujo el nivel de la TPM por un acumulado de 125 p.b., para ubicarla en
4,75%. No obstante, en las de junio y julio, mantuvo sin cambio dicho
indicador, pues, dado el rezago con que actúa la política monetaria, estimó que
era prudente dar el espacio para la transmisión de las reducciones previas en
esta variable hacia el resto de las tasas de interés del sistema financiero.
En las reuniones de
setiembre y octubre, la Junta retomó el proceso de reducción de la TPM (50 y 25
p.b., respectivamente) por considerar que la convergencia de la inflación al
rango de tolerancia ocurriría con un retraso de dos trimestres con respecto a
lo señalado en los informes de política monetaria de abril y julio del 2024,
las expectativas de inflación presentaban valores en torno al límite inferior
del rango de tolerancia y la valoración de riesgos asociada con las proyecciones
de inflación estaba inclinada a la baja. En ambas ocasiones, el Directorio
manifestó su intención de procurar que la TPM se ubique en una trayectoria
gradual hacia una postura de política monetaria neutral.
Como es usual, las
decisiones de la Junta se sustentaron en el análisis del comportamiento reciente
de la inflación y de la trayectoria de los pronósticos de inflación y de sus determinantes
macroeconómicos, así como de la valoración de los riesgos que condicionarían la
proyección de inflación.
En este informe se incluye
un recuadro que presenta el comportamiento de la inflación en el periodo enero
2021-setiembre 2024 y la estrategia de política monetaria empleada por el BCCR
para tratar de ubicar la inflación en un nivel congruente con la meta.
Las acciones de política
monetaria consideran también las condiciones de liquidez de corto plazo y en lo
transcurrido del actual año, el sistema financiero nacional ha mantenido la condición
holgada de la liquidez que caracterizó al año anterior, pero esos excesos han estado
contenidos en instrumentos de captación del BCCR.
Esos excesos de liquidez se
han originado, en buena medida, en el efecto monetario expansivo asociado a la
compra de divisas por parte del BCCR, compras que se han dado en un contexto de
un mercado privado de cambios superavitario.
La alta disponibilidad de
divisas ha permitido al Banco Central participar de manera activa en el mercado
cambiario como demandante neto, para atender los requerimientos del Sector Público
no Bancario (SPNB) y fortalecer su posición de reservas.
Ello contribuyó a que el
saldo de reservas internacionales netas (RIN) al 15 de octubre del 2024
ascendiera a USD 14.083,4 millones, lo que equivale a 14,8% del PIB del
2024 y a 147,3% del nivel mínimo considerado como adecuado según la metodología
sugerida por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese saldo es mayor en USD
864,5 millones al registrado al término del 2023.
Pese a la activa
participación del BCCR como demandante neto, esa alta disponibilidad de divisas
se ha manifestado en una caída del tipo de cambio nominal. El pasado 15 de
octubre, el tipo de cambio promedio de Monex registró una variación acumulada
de -1,6%, con respecto al registrado al término del 2023.
III. Proyecciones y
acciones futuras de política monetaria
Los organismos
internacionales estiman que en el bienio 2024-2025, la economía mundial tendría
un crecimiento moderado (en torno a 3,2%), similar al previsto en el informe de
julio pasado. Ello se daría en un contexto de inflación decreciente, que
convergería a los objetivos fijados por los bancos centrales, principalmente de
economías avanzadas, a finales del 2025 y de reducción en las tasas de interés.
Sin embargo, los conflictos geopolíticos y los efectos del cambio climático
introducen incertidumbre sobre estas estimaciones.
La proyección de
crecimiento de la economía nacional para el 2024 se revisa al alza en 0,1 p.p.
con respecto a la estimación presentada en el IPM de julio pasado (4,0%),
mientras que la del 2025 se ajustó a la baja en igual magnitud, hasta 3,9%. En
ambos años, la demanda interna impulsaría el crecimiento, pero dado que el PIB
se ubicaría cerca de su nivel potencial en el horizonte de proyección, no se
prevén presiones inflacionarias por el lado de la demanda.
Se estima que la inflación
general retornaría al rango alrededor de la meta en el tercer trimestre del
2025, en tanto que la subyacente lo haría en el segundo trimestre de ese mismo año.
Estas proyecciones incorporan una postura de política monetaria cuyo objetivo
es que en el mediano plazo la inflación converja a la meta definida por la
Junta Directiva del BCCR (3% ± 1 p.p.).
En lo que respecta al
déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, en el bienio, este se
ubicaría, en promedio, en 1,7% del PIB, superior en 0,3 p.p. con respecto a del
2023. Al igual que en año previos, la brecha negativa de la cuenta corriente se
financiaría con ahorro externo de largo plazo. Este último registraría en el bienio en cuestión un promedio, en términos
netos, de 2,6% del PIB, lo que lleva la razón de activos de reserva a PIB a un
nivel promedio de 15,1% y el indicador de reservas se ubicaría en un nivel
medio cercano a 150%.
Según las estimaciones del
Ministerio de Hacienda, para el bienio, los resultados serían menos favorables
que los incorporados en el IPM de julio pasado, pero se mantienen congruentes
con los objetivos fiscales establecidos en el proceso de consolidación fiscal
de mediano plazo. El superávit primario alcanzaría 1,3% y 1,6% del PIB en cada
año respectivamente, en tanto que para el déficit financiero los valores serían
de 3,7 % y 3,2% del PIB, en el orden indicado. De cumplirse estas proyecciones,
la deuda del Gobierno Central a PIB en el 2024 se ubicaría en un nivel similar
al del año previo (61,1%) y disminuiría en 0,4 p.p. en el 2025.
La revisión de las
proyecciones de las principales variables macroeconómicas presentada en este
informe incorpora la información disponible a octubre del 2024, pero está
sujeta a riesgos que, de materializarse, podrían desviar la inflación del valor
central incorporado en este informe.
De los riesgos a la baja
sobresalen la persistencia de una inflación por debajo del rango en torno a la
meta de inflación, que podría llevar a los agentes económicos a anticipar
niveles de inflación menores, un desempeño económico de los principales socios
comerciales de Costa Rica inferior al previsto, ante los efectos de una
política monetaria restrictiva por un tiempo más extenso; y a nivel interno, un
traspaso de las reducciones en la TPM hacia las tasas de interés activas del
sistema financiero más lento de lo observado históricamente.
De los riesgos al alza en
el ámbito externo destacan el efecto del escalamiento de los conflictos
geopolíticos actuales y la incertidumbre en torno a los procesos electorales en
varios países durante el 2024 (en especial en Estados Unidos de América,
principal socio comercial del país) y, en el interno, las condiciones
climáticas desfavorables, asociadas al desarrollo del fenómeno ENOS en su fase
La Niña hacia finales del 2024 o inicios del 2025.
En este contexto, la Junta
Directiva del BCCR reafirma su compromiso con la estabilidad de precios,
condición que favorece la estabilidad macroeconómica e incide positivamente en
el crecimiento económico y en la generación de empleo. Por ello mantiene la
meta de inflación en 3%± 1 p.p.
Al igual que lo ha hecho
hasta el momento, su política monetaria estará basada en un análisis prospectivo
de la inflación y de sus determinantes macroeconómicos, así como de los riesgos
cuya materialización puedan desviar a la inflación de su trayectoria central.
Con base en este análisis
hará los ajustes requeridos en la TPM para que la inflación retorne a valores
coherentes con esa meta. También con este propósito, gestionará la liquidez del
sistema financiero con el fin de reducir los excesos monetarios y evitar que su
persistencia genere presiones inflacionarias adicionales.
En materia cambiaria,
acorde con lo dispuesto en su Ley Orgánica, el BCCR participará en el mercado
cambiario con el fin de atender los requerimientos propios y del sector público
no bancario, así como para mitigar fluctuaciones violentas en el tipo de
cambio. En la medida que las condiciones del mercado cambiario lo permitan,
procurará fortalecer aún más el blindaje financiero del país.
Por último, la mejora en la
comunicación con el público continuará como prioridad, con el fin de facilitar
un mejor entendimiento de la coyuntura macroeconómica y de los elementos que
sustentaron las decisiones del BCCR en materia monetaria, cambiaria y de temas relativos
a la estabilidad y eficiencia del sistema financiero.
CAPÍTULO 1. COYUNTURA
ECONÓMICA
Seguidamente se presentan
los principales hechos de la coyuntura macroeconómica externa y nacional que
determinan el contexto en el cual el Banco Central de Costa Rica aplica su
política monetaria.
En el entorno externo, la
inflación global siguió a la baja y, en algunos países como los latinoamericanos,
se revirtió el incremento registrado meses atrás. En este contexto, tanto las
economías avanzadas como las emergentes, continuaron el proceso de
flexibilización de su política monetaria, aunque con cautela. En particular,
Estados Unidos inició el recorte de sus tasas de interés en setiembre del
presente año.
La actividad económica
global creció a un ritmo moderado, y con diferencias entre las principales
economías. Algunos acontecimientos, como la intensificación de las tensiones geopolíticas
o el alto nivel de endeudamiento, han generado preocupación ante las consecuencias
que podrían tener sobre el proceso de desinflación, el ajuste de la política monetaria
y el desempeño de la actividad económica.
La producción nacional si
bien mantiene un buen desempeño en comparación con los principales socios
comerciales del país, muestra desaceleración. En el tercer trimestre del 2024,
el PIB aumentó 4,0% en términos interanuales, en tanto que su variación
trimestral anualizada fue de 3,9%.
El déficit de cuenta
corriente de la balanza de pagos, como proporción del PIB, se redujo y las
finanzas públicas presentaron resultados primarios positivos, lo que apoya la
gradual reducción de la relación de la deuda pública con respecto al PIB en el
mediano plazo.
Por otra parte, el BCCR
estima que el comportamiento de los agregados monetarios y crediticios al
término del tercer trimestre del año en curso no generará presiones inflacionarias
que excedan la meta de inflación en los próximos 24 meses.
En el tercer trimestre del
2024 la inflación general retornó a un valor positivo, en contraste con la tasa
negativa del trimestre previo, mientras que la subyacente se ha mantenido en valores
positivos y también se incrementó. Sin embargo, ambos indicadores aún están por
debajo del límite inferior del rango definido alrededor de la meta de
inflación.
1.1 Economía internacional
En el tercer trimestre del
presente año, la inflación global continuó a la baja y se revirtió el repunte
observado en meses anteriores en algunas economías. En varios países, el indicador
ya se ha ubicado dentro del rango de tolerancia definido por sus bancos centrales
(Gráfico 1).
En setiembre, la inflación
general y subyacente de Estados Unidos, medida por el Índice de precios del
gasto del consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), se ubicó en 2,1% y 2,7%,
respectivamente (2,3% y 2,7% en agosto)3, mientras que en la zona
del euro los indicadores disminuyeron a 1,8% y 2,7% (2,2% y 2,8% en agosto). A
pesar de la senda decreciente de la inflación general, el componente de los
servicios sigue con una tasa de variación más alta (3,7% en Estados Unidos y
4,0% en la zona euro).
3 En setiembre, según el
Índice de precios al consumidor, la inflación general disminuyó a 2,4% y la
subyacente aumentó a 3,3% (2,5% y 3,2% en agosto).
En las principales
economías latinoamericanas, la inflación también se moderó en setiembre. Por
ejemplo, en México, Colombia, Chile y Perú4, el indicador disminuyó,
principalmente por la caída en el precio de los alimentos. Por el contrario, en
Brasil5 aumentó debido al alza en el costo de la electricidad y de
los alimentos, como consecuencia de la sequía que experimentó más de la mitad
del país. Con excepción de Chile y Brasil, en todos estos países la inflación
subyacente se desaceleró.
4 La inflación general se
redujo a 4,6%, 5,8%, 4,0% y 1,8%, en ese orden (5,0%, 6,1%, 4,6% y 2,0% en el
mes previo).
5 En Brasil el indicador
aumentó hasta 4,4% (4,2% en el mes previo).

Una de las variables que
más influye en el comportamiento de la inflación internacional es el precio del
petróleo. Si bien esta variable se caracteriza por su alta volatilidad6,
a partir de julio registró un comportamiento a la baja7 explicado,
principalmente, por las perspectivas de una menor demanda por parte de Estados
Unidos, China y Europa. Dicha disminución en la demanda se asocia, entre otros,
a un aumento en el uso de vehículos eléctricos, el fin del verano en el
hemisferio norte y la incertidumbre sobre la actividad económica, dados los resultados
recientes de los índices de gestores de compras de los sectores manufacturero y
de servicios.
6 Los precios del petróleo
WTI, usados como referencia, han fluctuado entre 65 y 90 dólares por barril en
el
2024.
7 Se usa como referencia el
precio del petróleo WTI.
La disminución del precio
del crudo ocurrió a pesar de la decisión de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) de extender por dos meses más
los recortes de producción voluntarios que finalizarían en setiembre y posponer
hasta diciembre el incremento en la producción anunciado meses atrás8.
8 En junio del presente
año, la OPEP+ anunció que a partir de octubre y hasta setiembre del 2025,
aumentaría de forma gradual su nivel de producción, con el fin de devolver al
mercado 2,2 millones de barriles diarios, extraídos como parte de los recortes voluntarios
aplicados por ocho de sus miembros.
En lo transcurrido de
octubre, las tensiones geopolíticas en Medio Oriente han empujado los precios
al alza, aunque todavía están por debajo del precio promedio registrado en el
presente año. Al día 30, la cotización promedio por barril del petróleo WTI fue
de USD 71,9 lo que significó un incremento de 3,4% con respecto al precio
promedio de setiembre (USD 69,6) (Gráfico 2).

Dado el proceso de
desinflación, los bancos centrales han optado por continuar con el recorte en
sus tasas de interés de referencia, aunque los ajustes se han efectuado con cautela.
Desde el informe de julio
pasado, la mayoría de los bancos centrales continuaron con el ajuste a la baja
en las tasas de política monetaria (Gráfico 3). Entre las economías avanzadas,
el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos aprobó, en su reunión de
setiembre, un recorte de 50 puntos base (p.b.) en su tasa de referencia, con lo
cual la ubicó en un rango de entre 4,75% y 5,0%. Esta decisión se fundamentó en
el avance de la inflación hacia el objetivo del 2%, el relativo enfriamiento
del mercado laboral y el sólido desempeño de la actividad económica9.
9 Minutes of the Federal Open Market Committee,
September 17-18, 2024.
De igual modo, en sus reuniones
más recientes, el Banco Central Europeo (BCE)10 y los bancos
centrales de Suecia y Suiza recortaron sus tipos de interés en 25 p.b. hasta
ubicarla en 3,25% (en cada caso), en tanto que el Banco de Canadá lo hizo en 50
p.b., con lo cual llegó a 3,75%. En todos los casos, las autoridades
justificaron su decisión por el continuo descenso de los indicadores de
inflación. Por el contrario, el Banco de Japón mantuvo su tasa de interés de
referencia en 0,25%, tras los incrementos aplicados en marzo (hasta el 0%-0,1%)
y en julio (hasta el 0,25%) del presente año.
10 Se trata de su tercer
ajuste a la baja en el 2024, para un total de 75 p.b. Además, en marzo pasado
el BCE anunció que a partir de setiembre guiará su política monetaria con la
tasa de la facilidad de depósito, en lugar de la tasa aplicable a las
operaciones principales de financiación, que se empleaba previamente.
En las economías
emergentes, la mayoría de las latinoamericanas continuó durante setiembre y
octubre el proceso de reducción de sus tasas de interés de referencia. Chile,
México, Costa Rica recortaron sus tasas de interés en 25 p.b., para ubicarlas
en 5,25%, 10,5%, 4,0% y 6,5%, en ese orden, mientras que Colombia redujo su
indicador en 50 p.b. hasta 10,25%. Mención aparte merece Brasil, que aumentó su
tasa de referencia en 25 p.b. hasta 10,75%; el banco central atribuyó ese
incremento a una brecha del producto positiva, proyecciones de inflación más
altas y el desanclaje de las expectativas de inflación. Por su parte, China
redujo sus tasas preferenciales de préstamos a 1 y 5 años en 25 p.b. hasta 3,1%
y 3,6% respectivamente.

Los mercados financieros
internacionales mostraron una relativa calma durante la primera mitad del año;
sin embargo, en agosto hubo un episodio de alta volatilidad que se corrigió
gradualmente en las semanas posteriores.
Los mercados bursátiles
registraron una alta caída a inicios de agosto, que comenzó con el desplome del
índice accionario Nikkei 225 (caída de 12,4% según Bloomberg) en la bolsa de Japón
y se extendió a los mercados de Europa y Estados Unidos (Gráfico 4.A). Según
los analistas, este evento fue impulsado por: a) la preocupación de una posible
recesión en Estados Unidos, ante los resultados del mercado laboral de julio,
b) la incertidumbre sobre la evolución de las acciones de las empresas
tecnológicas y c) la fuerte apreciación del yen y el aumento en la tasa de
interés de política monetaria de Japón, que afectaron las operaciones de
arbitraje de tasas de interés ("carry trade")11. Como
resultado, el VIX, indicador que mide la volatilidad esperada en los mercados
financieros en los próximos 30 días, se ubicó en 38,612 (Gráfico
4.B), su nivel más alto desde principios del 2020.
11 Estrategia que consiste
en pedir prestado en un lugar donde las tasas de interés son bajas y colocar
los recursos en otro lugar en activos con un rendimiento neto mayor. En este
caso, los agentes económicos que tomaron préstamos en yenes y colocaron los
fondos en activos en dólares, optaron por vender sus tenencias de activos para
cubrir los mayores costes de estas operaciones resultantes del cambio en la
tasa de política monetaria en Japón y de la apreciación del yen con respecto al
dólar estadounidense.
12 Valores superiores a 30
se asocian con una alta volatilidad e inferiores a 20 con períodos de relativa
calma o estabilidad. Valores entre 20 y 30 se consideran de volatilidad
moderada.
Luego de este episodio de
alta volatilidad, los mercados financieros se recuperaron de forma gradual y
los principales índices accionarios en Estados Unidos iniciaron una tendencia alcista,
acompañados de una baja volatilidad. Durante este período, hubo leves
retrocesos en los indicadores debido a preocupaciones sobre los resultados del
mercado laboral de Estados Unidos en agosto13 y a la intensificación
de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente. Aun así, en lo que transcurre
de octubre (al 10), el VIX registró un valor promedio de 20,5 (relativa estabilidad),
apoyado por el comienzo de la flexibilización de la política monetaria del Sistema
de la Reserva Federal y el anuncio de nuevas medidas de estímulo monetario en China.
13 La publicación del
informe de empleo de agosto reveló que las nóminas no agrícolas aumentaron sólo
en 142.000 empleos, significativamente por debajo de los 161.000 previstos.

La actividad económica
mundial continuó en crecimiento, si bien con importantes diferencias entre las
principales economías (Gráfico 5.A). Los indicadores de corto plazo más
recientes brindan señales mixtas.
En el tercer trimestre,
Estados Unidos creció a una tasa anualizada de 2,8% (primera estimación)14
lo cual significó una revisión a la baja en relación con el segundo trimestre (3,0%).
Esta desmejora fue resultado de una desaceleración en la acumulación de
inventarios y una disminución de la inversión residencial. Estos movimientos
fueron parcialmente compensados por la aceleración de las exportaciones y del
gasto de los consumidores y del gobierno federal.
14 En el gráfico 5.A, para
fines comparativos, los datos se incluyen en términos interanuales. La
variación en el tercer trimestre del 2024 fue de 2,7% y de 3,0% en el segundo
trimestre.
En ese mismo lapso, el
producto interno bruto (PIB) de la zona del euro registró una variación interanual
de 0,9% (0,6% en el segundo trimestre). China, por su parte, creció 4,6% (4,7% en
el trimestre previo). La producción de esta última economía ha sido afectada
por la demanda interna (presiones deflacionistas), las tensiones comerciales
con Estados Unidos y la zona del euro, y la crisis inmobiliaria.
Los indicadores adelantados
de corto plazo brindan señales disímiles sobre la actividad económica. En
setiembre, el Índice compuesto de gerentes de compra (PMI, por sus siglas en
inglés) mostró una reducción tanto para las economías avanzadas como las
emergentes, aunque aún se encuentran en zona de expansión (Gráfico 5.B).
Particularmente, en China, la zona del euro y, en menor medida, en Estados
Unidos, dicho índice continuó en setiembre una senda decreciente, explicada por
una menor demanda de bienes y servicios, y un deterioro de las perspectivas
empresariales (en los dos últimos). El indicador registró valores de 54, 50,3 y
49,6 en ese orden (54,6, 51,2 y 51 en agosto).




Otros indicadores
adelantados para Estados Unidos y China brindaron señales mixtas (Gráfico 6).
En el primero de estos países, los resultados de setiembre en el índice de confianza
del consumidor y la tasa de desempleo fueron positivos, mientras que, la producción
industrial y las ventas minoristas mantuvieron su tendencia a la baja. Por su
parte, en China, la confianza del consumidor se ha mantenido relativamente
estable, aunque muy por debajo de los niveles prepandémicos, y las ventas
minoristas siguen desacelerándose, pero la tasa de desempleo y la producción
industrial mostraron mejores resultados que en
el mes previo. En este contexto, el Banco
Popular de China anunció, a finales de setiembre, medidas de estímulo monetario15
para tratar de alcanzar el objetivo de crecimiento de 5%.
15 Entre las medidas
destacan: a) flexibilización de reglas para la compra de viviendas, b)
reducción en los costos de endeudamiento con hipotecas, c) disminución del
coeficiente de reservas obligatorias y d) emisión de bonos soberanos
especiales.
1.2 Economía local:
actividad económica, mercado laboral, balanza de pagos y finanzas públicas
La actividad económica
crece a una tasa relativamente alta, sobre todo si se le compara con el
crecimiento de los principales socios comerciales del país, aunque se
desacelera con respecto a lo observado el año previo.
En el tercer trimestre del
2024, el PIB de Costa Rica aumentó 4,0% en términos interanuales (Gráfico 7),
en tanto que su variación trimestral anualizada fue de 3,9%. Con esto, mantuvo la
tendencia a la desaceleración en su ritmo de crecimiento observado desde la
segunda mitad del año anterior. No obstante, aún es superior al crecimiento
promedio histórico registrado en el periodo 2010-2019 (3,8%) y al de sus socios
comerciales en el 2023 y 2024 (estimado en 2,6% y 2,1%, respectivamente).
Al igual que en periodos
previos, el buen desempeño de la producción en el periodo en comentario estuvo
influido en buena medida por la demanda externa, en particular por las exportaciones
de bienes del régimen especial y de servicios, así como por la aceleración en la
formación bruta de capital en el sector privado (principalmente en equipo de
transporte) y de proyectos de infraestructura vial y eléctrica en el sector
público.

El consumo privado continuó
en desaceleración, pero dicho comportamiento fue compensado por la aceleración
en el consumo público y la formación de capital.
El consumo privado creció
3,0% interanual (3,9% el trimestre previo), coherente con la moderación en el
ritmo de crecimiento del ingreso disponible real de los hogares, en parte por
las menores presiones deflacionarias, con lo cual mantuvo la desaceleración
registrada en la primera mitad del año. Por tipo de bien y servicio, destacó el
mayor aporte al crecimiento del consumo de servicios financieros y seguros,
alquiler de vivienda, productos alimenticios, servicios de salud, prendas de
vestir, transporte y comidas fuera del hogar
(Gráfico 8).

El consumo público aumentó
0,7% interanual16 y continuó con la aceleración observada en los
trimestres previos. Este comportamiento es explicado por un aumento en la
contratación de plazas en varios ministerios (entre ellos, Educación pública,
Planificación y Seguridad), así como en el Tribunal Supremo de Elecciones y en
el Poder Judicial. Adicionalmente, hubo un aumento en las compras de bienes y
servicios para educación y para la atención de salud.
16 Este incremento en el
gasto público es congruente con la aplicación de la regla fiscal.
La formación bruta de
capital aumentó 5,3%, con lo cual acumuló tres trimestres consecutivos de
aceleración. Dicho comportamiento es producto de la mayor inversión en equipo
de transporte (de personas y mercancías) y maquinaria industrial vinculadas con
empresas de la industria médica y de tecnología. En este resultado destaca el
aumento en nuevas construcciones del sector público en proyectos de generación
eléctrica y obras de infraestructura vial ejecutadas por el Consejo Nacional de
Vialidad y las municipalidades.
Esta adición de bienes de capital estimula la
producción de forma contemporánea e incrementa la capacidad futura de
crecimiento económico.
Las exportaciones se aceleraron, impulsadas por la
manufactura de los regímenes especial y definitivo, y por las ventas de
servicios informáticos y empresariales.
Las exportaciones de bienes
aumentaron 7,5%, con un crecimiento diferenciado por tipo de régimen. Las del
régimen definitivo crecieron 3,0% en tanto que las del especial aumentaron 9,9%.
Por tipo de bien, sobresalieron las ventas de carne de vacuno, productos
lácteos, café, hilos conductores de cobre, láminas de acero y piña.
Por su parte, las
exportaciones de servicios crecieron 3,9% debido a la demanda por servicios informáticos
y empresariales proporcionados por el régimen especial. Además, hubo un aumento
de 1,8% en el ingreso de turistas (9,4% un año atrás).
Las importaciones
presentaron un comportamiento congruente con el desempeño de la demanda interna
(consumo e inversión). El aumento en las importaciones de bienes (4,1%) guarda
relación con las compras de vehículos, productos alimenticios y equipo de
transporte (de personas y mercancías). En el caso de los servicios, su
incremento (7,8%) fue explicado, principalmente, por los servicios relacionados
con el turismo emisor.
Por tipo de régimen, la
contracción de las compras de empresas del régimen especial fue menor con
respecto a la primera parte del año, vinculadas en particular con la industria
del plástico y materiales de construcción, en tanto que las del régimen definitivo
se desaceleraron.
La mayoría de las
actividades económicas se desaceleraron en el tercer trimestre del 2024, pero
este comportamiento fue más acentuado en la producción agrícola y en hoteles y restaurantes.
La construcción fue la única actividad que se contrajo (Gráfico 9).
El crecimiento de la
actividad agropecuaria fue de 0,5% (3,2% un año atrás). Esta desaceleración se
explica, mayormente, por la menor producción de café en grano y arroz, en parte
compensado por el incremento en la producción de bienes exportables como piña, raíces,
tubérculos y banano, en conjunto con la demanda interna por carne de vacuno y huevos.
Las condiciones
climatológicas imperantes (exceso de lluvia) desde la segunda parte del 2023 impactaron
negativamente la producción de café (caída y daños en el fruto). Por su parte,
la reducción de la producción de arroz se relaciona, principalmente, con la
caída en la cantidad de hectáreas sembradas. Según información de la
Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) a julio del presente año17,
en el periodo 2023-2024 la cantidad de hectáreas de siembra previstas son
inferiores en 10.498 (43%) a las del periodo 2022/2023. Con ello, se mantendría
el comportamiento a la baja observado el año anterior en esta variable.
17 Corporación Arrocera
Nacional. Boletín julio 2024. Según el Informe Anual Estadístico
2021/2022 y el Informe Anual Estadístico 2022/2023 de esa entidad, en el
bienio 2022/2023, la producción de arroz disminuyó 33% con respecto al periodo
2022-2021, lo cual guarda relación con la caída en las hectáreas sembradas en
ese mismo lapso (31,3%) y, en menor grado, con la reducción en el rendimiento,
que pasó de 59 sacos (de 73,6 Kg) por hectárea a 57,7. Paralelamente, las
importaciones de este producto aumentaron 40,6% en el 2022/2023.
La producción de hoteles y
restaurantes aumentó 3,9% (7,8% en el tercer trimestre del 2023). Este
crecimiento estuvo determinado, principalmente, por la demanda externa por
estos servicios, dado el aumento observado en el turismo receptor (zonas
costeras y algunas zonas turísticas de montaña), aunado al crecimiento de la
demanda interna por los servicios de restaurantes (especialmente, cadenas de
comida rápida, servicios de alimentos especializados para grupos corporativos y
eventos empresariales en instalaciones hoteleras).

La construcción registró
una caída interanual de 0,8% que contrasta con el incremento observado en igual
periodo un año atrás (20,7%). Esta contracción es explicada por la evolución de
las construcciones con destino privado, particularmente con el desarrollo de proyectos
residenciales (construcción de viviendas de interés social, viviendas para
ingresos medios y altos, y edificios residenciales) y de infraestructura
complementaria para urbanizaciones y tapias. Lo anterior fue atenuado por el
aumento en la construcción de
edificaciones no residenciales,
principalmente naves industriales, edificios de oficinas y estacionamientos.
Contrario a lo observado
con las construcciones privadas, las públicas continuaron con la recuperación
observada desde el segundo trimestre del actual año debido a la mayor ejecución
en proyectos de generación eléctrica18, obras de infraestructura
vial del Consejo Nacional de Viabilidad (Conavi) y edificaciones del Programa
de Integración Fronteriza.
18 Proyecto Geotérmico
Borinquen en Guanacaste.
La manufactura y los
servicios empresariales crecen a tasas robustas. La actividad comercial se
desaceleró y crece a menor ritmo que la producción total.
La manufactura mantuvo en
el tercer trimestre del 2024 un crecimiento por encima de 5%. Al igual que en
periodos previos, este comportamiento se explica por el impulso proveniente de
la producción de empresas del régimen especial junto con el incremento en la
producción fabril de empresas del régimen definitivo, particularmente de
productos alimenticios (carne de pollo, de vacuno, azúcar, productos de
panadería y productos lácteos)19.
19 En el tercer trimestre
del 2024, la producción de la actividad manufacturera del régimen especial y
definitivo creció 9,9% y 1,8% respectivamente (17,1% y 0,7% en igual periodo
del 2023).
Los servicios empresariales
crecieron 6,7% impulsados por la demanda vinculada a actividades del régimen
definitivo (servicios de publicidad, alquiler de vehículos y servicios de
seguridad), aunado a la demanda externa por servicios de empresas ubicadas en
el régimen especial (de apoyo a empresas, investigación y desarrollo, servicios
administrativos a empresas y de pruebas de laboratorio para análisis de
calidad). En contraste, hubo una menor oferta de servicios de estudios de
mercado y diseño técnico.
La actividad de comercio y
reparación creció 3,1%, influida por el desempeño de las actividades de
manufactura y hoteles y restaurantes, dado el alto encadenamiento entre ellas. Por
tipo de bien, destacaron las mayores ventas de vehículos, productos
farmacéuticos, textiles y productos eléctricos.
Las actividades financieras
y de seguros, transporte y almacenamiento, información y comunicaciones, y el
resto de las actividades se aceleraron en comparación al tercer trimestre del
año anterior. Las tres primeras crecieron a tasas superiores al PIB.
La actividad de servicios
financieros y de seguros se aceleró con respecto al trimestre previo y al mismo
trimestre del año pasado, con un crecimiento de 6,7%. Este resultado se vincula
con el incremento en: i) el servicio de intermediación financiera, debido
principalmente al aumento de los depósitos a la vista, ii) las comisiones
explícitas que cobran las entidades financieras, particularmente por el uso de
tarjetas de crédito y débito, así como por el cambio y, iii) el incremento en
los ingresos asociados a los servicios de seguros.
La actividad de transporte
y almacenamiento creció 7,7% como resultado del aumento tanto en la producción
de servicios de apoyo al transporte como en los servicios de transporte (de taxis
y carga de mercancías), asociados a la movilidad de bienes por comercio
exterior y al ingreso de turistas por vía aérea.
El relativo buen desempeño
de la actividad de información y comunicaciones (6,2%) es explicado por la
demanda externa por servicios de informática de empresas del régimen especial
(específicamente, apoyo técnico, desarrollo de programas informáticos y
servicios de consultoría informática). Adicionalmente, hubo una mayor actividad
productiva de servicios de televisión convencional, telefonía móvil e internet.
Finalmente, el resto de las
actividades también creció por encima de lo observado en el tercer trimestre
del año pasado, aunque su variación fue de solo 1,7%. Dentro de este grupo
destacó el aumento en la producción de la actividad inmobiliaria, asociado al
aumento en los servicios brindados por las administradoras de los parques de
zona franca, así como un comportamiento positivo de los alquileres de empresas
del régimen definitivo, mientras que en el caso de los otros servicios, destacó
el aumento en las actividades deportivas, de esparcimiento y juegos de azar, lo
que fue atenuado parcialmente por la reducción en los servicios de reparación
de computadoras, actividades de entretenimiento y servicios de lavandería.
Los indicadores de
confianza del consumidor evidencian perspectivas más optimistas sobre la
economía nacional.
En el tercer trimestre del
2024, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por la Universidad
de Costa Rica se ubicó en 51,7 (6,4 puntos más que en el trimestre previo), con
lo cual mantuvo la tendencia al alza observada desde la segunda mitad del 2020
y, además, retomó los valores superiores a 50 puntos (Gráfico 10).
El ICC se subdivide en dos
subíndices, asociados con la percepción del entorno económico actual y de la
opinión sobre el futuro. En esta ocasión, ambos aumentaron con respecto al trimestre
previo.
El informe del ICC señala
que, en esta oportunidad, hubo un mayor incremento en la confianza de algunos
grupos que típicamente tienden a ser menos optimistas. En particular, destaca
que el mayor incremento en la confianza se dio, según el nivel de ingreso de
los encuestados, entre quienes perciben un ingreso menor a ?500 mil y, por
nivel educativo, los que tienen primaria o menos.
De manera similar, el
Índice de Confianza del Agente Económico calculado por el BCCR20 se
ubicó en 60,7 puntos (6,1 puntos más que en el trimestre previo) y acumuló seis
trimestres consecutivos al alza y en valores superiores a 50 puntos.
20 Los encuestados son
académicos vinculados al área económica, analistas económicos y financieros, y
empresarios.
Los índices de confianza
empresarial también reflejan una mejora en las perspectivas sobre el desempeño
de la economía. En particular, el índice global de expectativas empresariales subió
0,8 puntos con respecto al trimestre previo, en tanto que el índice empresarial
de confianza calculado por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del
Sector Empresarial Privado (Uccaep) bajó 0,2 puntos, pero continúa en valores
que denotan optimismo.

La tasa de desempleo
mantiene el comportamiento a la baja y registra un valor mínimo histórico.
En agosto, la tasa de
desempleo21 se ubicó en 6,7%, valor mínimo registrado desde
setiembre del 2010 cuando inició el seguimiento del mercado laboral con base en
la Encuesta Continua de Empleo (ECE)22. Asimismo, la tasa de
subempleo fue de 4,0%, valor similar al observado a lo largo del presente año
(Gráfico 11.A). Además de que el desempleo ha disminuido, su duración también
es menor; a agosto del presente año se concentró en periodos inferiores a tres
meses (Gráfico 11.B).
21 Este indicador relaciona
la población desempleada con la fuerza de trabajo. La población desempleada
está compuesta por la fuerza de trabajo que no tenía empleo en la semana de
referencia, aunque estaba disponible para participar en la producción de bienes
y servicios, y buscó empleo. La fuerza de trabajo es el conjunto de personas de
15 años o más que durante el período de referencia participó en la producción
de bienes y servicios o estaba dispuesta a hacerlo; está conformada por la
población ocupada y la desocupada.
22 Entre 2010 y 2019 (año
previo a la pandemia), la tasa de desempleo promedio fue de 9,9%.

El grupo de los
desempleados está compuesto, mayormente, por personas jóvenes con un nivel
educativo de secundaria o menos (Gráficos 11.C y 11.D). De los 162 mil
desempleados que registra la ECE a agosto, 35% son menores de 25 años y solo el
23,5% cuenta con estudios universitarios. Esto podría dificultar su acceso a un
empleo dado que las actividades más dinámicas en meses recientes suelen
demandar trabajadores con niveles educativos altos.
Según grupos de edad, la
tasa de desempleo muestra valores relativamente bajos, excepto en las personas
que tienen entre 15 y 24 años, que presentaron en agosto una tasa de 21,0%.
Este valor ubica a Costa Rica como uno de los países con mayor desempleo
juvenil entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE)23, cuyo promedio es de 11,4%. En el
grupo de 25 años o más, la tasa de desempleo de nuestro país (4,9%) también es
superior a la media de los miembros de esa organización (4,1%), pero la
diferencia es menor que en el segmento de personas más jóvenes.
23 Dentro de la OCDE, en el
segmento de desempleo juvenil, Costa Rica solo es superada por España (24,7%), Estonia
(22,7%) y Suecia (22,1%).
La reducción del desempleo
se dio en un contexto de aumento en la ocupación y la participación laboral.
La cantidad de personas
empleadas a agosto fue de 2,24 millones, valor ligeramente superior al
registrado previo a la pandemia (febrero del 2020). Este resultado implicó una
tasa de ocupación de 53,3% (50,9% un año atrás).
El empleo creció tanto en
las ocupaciones formales como en las informales. Las primeras aumentaron 14,5%
con respecto al nivel prepandémico (Gráfico 12.A) en tanto que las segundas
muestran un comportamiento al alza desde principios del 2024, pero siguen por debajo
del nivel de febrero del 2020. En particular, el empleo informal a agosto
representó el 40,1% del empleo total.
Por niveles de
calificación, hubo un comportamiento al alza en todas las categorías, aunque destacó
el caso de los empleos de calificación alta, que presentaron un nivel casi 20%
mayor al de antes de la pandemia, mientras que el de calificación media y baja
se mantuvo ligeramente por debajo de dicho nivel (Gráfico 12.B).
La participación en el mercado
laboral también aumentó. La tasa neta de participación ascendió a 57,2% en
agosto (55,8% un año atrás), aunque todavía no ha recuperado el nivel prepandémico.
La mejora reciente en esta variable se asocia con el crecimiento de la
actividad económica, cercano al 4% anual, el aumento en los salarios reales y
la mayor confianza de los agentes económicos, aspectos que pueden incentivar a
que una mayor proporción de personas fuera de la fuerza de trabajo decida
entrar en el mercado laboral.

El ingreso real modera su
ritmo de crecimiento, aunque con diferencias entre grupos del mercado laboral
(Gráfico 13).
En lo transcurrido del
2024, los ingresos laborales han mostrado una moderación en su ritmo de
crecimiento, tanto en términos reales como nominales. Este comportamiento es
coherente con el desempeño de la actividad económica y la baja inflación.
Tal como se ha indicado en
informes previos, la dinámica de los ingresos reales según sectores
institucionales es heterogénea, pues mientras el ingreso real de los
trabajadores del sector privado ha aumentado alrededor de 10 p.p. con respecto
al nivel de febrero del 2020, el del sector público se estancó en 15 p.p. por
debajo del registrado en dicho periodo.

Según el nivel de
calificación, destaca la recuperación de los ingresos de los trabajadores de calificación
media y baja, en tanto que, en los trabajadores de calificación alta, el nivel
aún está por debajo del registrado antes de la pandemia. En este último grupo,
hay un comportamiento diferenciado entre quienes laboran en el sector público y
en el privado; para los primeros, el ingreso real es cerca de 20 p.p. inferior
al nivel prepandémico, mientras que para los segundos es superior en cerca de 6
p.p. con respecto a dicho nivel.
En resumen, el mercado laboral
muestra una mejora importante en términos no solo de un menor desempleo, sino
también de un aumento en la ocupación y en la participación laboral. Adicionalmente,
los ingresos reales de los trabajadores, especialmente del sector privado y en
las ocupaciones que requieren baja calificación, registran incrementos,
influidos tanto por la menor inflación como por el desempeño positivo de la
actividad económica24.
24 Como parte del
seguimiento macroeconómico, el BCCR analiza los cambios que ocurren en el
mercado laboral y procura incorporar productos que se generan de fuentes
distintas a la Encuesta Continua de Empleo. Por ejemplo, recientemente fue
publicada la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2024, cuyos
resultados, en general, guardan coherencia con las mejoras comentadas para los
indicadores del mercado laboral. Específicamente, el indicador de pobreza
alcanzó 18,0% en el 2024 (21,8% el año previo); la pobreza extrema disminuyó a
4,8% (6,3% en el 2023); mientras que la concentración del ingreso de los
hogares, medida con el coeficiente de Gini, fue de 0,492 puntos, con una
variación estadísticamente significativa con respecto al 2023 (0,502 puntos).
Si bien estos resultados
son alentadores, aún hay espacio para una mayor inserción de los trabajadores
jóvenes al mercado laboral, así como una mayor cobertura de la educación universitaria
y técnica especializada con el fin de cerrar las brechas existentes entre la
oferta laboral y la demanda de trabajo.
En el tercer trimestre del
2024, el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos con respecto al PIB
fue de 0,3%, razón inferior a la registrada un año antes. Esta brecha fue más
que financiada con flujos de capital de largo plazo, como ha sido usual en los
últimos veinte años.
En este periodo, la balanza
de bienes mostró un déficit de USD 937,7 millones (Cuadro 1), equivalente
a 1,0% del PIB (1,3% en igual lapso del 2023), resultado que combinó un incremento
interanual de las exportaciones e importaciones de 8,7% y 3,5%, respectivamente.
Las mayores exportaciones
de bienes estuvieron determinadas, primordialmente, por el crecimiento de las
ventas externas de las empresas del régimen especial (12,8%), en especial de
implementos médicos. Adicionalmente, hubo un repunte en las ventas del régimen definitivo,
que pasaron de una contracción de 2,7% en el tercer trimestre del 2023 a un aumento
interanual de 6,0% en este año, en mayor medida por la recuperación en las
ventas de bienes manufacturados.
Las importaciones de bienes
también repuntaron en este período, lideradas por el régimen definitivo sin
hidrocarburos, cuyas compras crecieron 8,5% después de un incremento casi nulo
en el mismo lapso del año previo (0,1%). Dentro de este grupo destacó el
crecimiento de 14,3% en las importaciones de bienes de consumo, con lo cual mantuvo el comportamiento
observado desde mediados del 202225, hecho congruente con el mayor crecimiento
económico y la apreciación del colón. Adicionalmente, las compras del régimen especial
crecieron 0,4% en términos interanuales después de cuatro trimestres
consecutivos de contracción, impulsadas por la adquisición de materias primas y
materiales de construcción.
25 En los últimos 8
trimestres las importaciones de bienes de consumo han mostrado una variación
interanual media del 15,7%.
La factura petrolera
ascendió a USD 496,7 millones que representó una contracción interanual
de 22,2%. Lo anterior debido al efecto combinado de una reducción tanto en el precio
medio de la mezcla de hidrocarburos como de la cantidad de barriles importados (17,7%
y 5,4% respectivamente).

La cuenta de servicios
registró un superávit de USD 2.306,6 millones, lo que significó una razón
de 2,4% con respecto al PIB (2,5% del PIB en el 2023) y un aumento interanual
de 6,0%. Esto como resultado del incremento de los ingresos netos de la cuenta
de viajes, de los servicios de apoyo empresarial y de informática e
información, que crecieron 8,1%, 4,2% y 5,2% en el orden respectivo.
Los altos flujos de
inversión directa incidieron en mayor medida en el crecimiento del resto del
ingreso primario, principalmente por el incremento de las utilidades
reinvertidas de las empresas ubicadas en los regímenes especiales, mientras que
los intereses de la deuda pública externa aumentaron 4,3%. En conjunto, estos
movimientos implicaron egresos netos por la retribución a los factores
productivos (ingreso primario) de USD 1.769,4 millones, con un aumento
interanual de 11,0% y una relación con respecto al PIB de 1,9% (1,8% del PIB en
el 2023).
En el tercer trimestre del
2024, el país recibió financiamiento externo equivalente a 0,6% del PIB, razón
levemente inferior a la observada en el año previo, pero suficiente para financiar
el déficit de la cuenta corriente y propiciar un incremento de los activos de reserva
de 0,3% del PIB.
El financiamiento externo
fue dirigido mayormente al sector privado (0,5 p.p. del PIB), mientras que el
sector público registró un ingreso neto de recursos de 0,1 p.p. del PIB. En el primer
caso, los influjos de ahorro externo estuvieron vinculados a la inversión
directa, la cual mostró una variación interanual de 20,5% y ascendió a 1,2% del
PIB (1,1% del PIB en el mismo período del año anterior). Como ha sido usual en
los últimos años, la mayoría de la inversión directa fue canalizada a la
industria manufacturera, en particular a empresas de implementos médicos y de
alta tecnología. El Recuadro 1 de este informe examina la relación entre la
inversión directa y la industria de implementos médicos, que tiene actualmente
gran relevancia en la estructura productiva del país.
El resultado observado en
el sector público se asocia con el financiamiento externo neto de los bancos
públicos (0,2 p.p. del PIB), en particular, por la caída de activos en el
exterior. Dichos movimientos fueron parcialmente compensados por las salidas de
recursos por las amortizaciones de compromisos externos del Gobierno General
(0,1 p.p.), en contraste con la casi nula suma de desembolsos de deuda pública
externa recibidos en este mismo lapso, toda vez, que la mayoría de los
desembolsos programados para el 2024 se realizaron en el primer semestre del
año.
El ahorro externo permitió
financiar la brecha negativa conjunta de las cuentas corriente y de capital,
acumular activos de reserva en torno a 0,3% del PIB y alcanzar al término de
setiembre un saldo de USD 14.205,3 millones (15,0% del PIB). En este
contexto, el indicador de seguimiento de reservas internacionales netas (IR) se
ubicó en 147,0%, monto que está dentro del rango que se considera adecuado
según la metodología adoptada por la Junta Directiva del BCCR en marzo del
2023.
En términos de otros
indicadores, este monto de reservas equivale a 8,3 meses de las importaciones
de bienes del régimen definitivo y 2,5 veces de la deuda externa total de corto
plazo del país.
Recuadro 1. Inversión
directa y su vínculo con la actividad de dispositivos médicos
Costa Rica es una economía
pequeña de ingreso medio alto que ha propiciado una estrategia de crecimiento
basada en la apertura a la inversión extranjera y en la liberalización gradual del
comercio26. Este enfoque propició un fuerte vínculo entre el
desempeño productivo del país con la evolución de la actividad económica de los
principales socios comerciales y con los flujos de ahorro externo en sus
distintas modalidades, en particular, los asociados a la inversión directa (ID)27.
26 Véase https://www.bancomundial.org/es/country/costarica/overview visitada el 11 de octubre de 2024.
27 La inversión directa
también es conocida como inversión extranjera directa (IED).
La ID es una categoría de
la inversión procedente del resto del mundo caracterizada por un inversionista
no residente (inversionista directo) que posee 10% o más del capital social de una
unidad económica establecida en Costa Rica (conocida como empresa de inversión directa),
con el fin de ejercer un control o grado significativo de influencia en la
gestión de la empresa28. Esta categoría incluye los componentes de
recursos suministrados mediante: a) la suscripción de nuevo capital de la casa
matriz u otras empresas hermanas, b) la deuda otorgada dentro la estructura de
la multinacional y c) la reinversión de utilidades.
28 Una participación
superior al 50% implica que el inversionista directo tiene control de las
decisiones de la empresa; en tanto, un grado significativo de influencia tiene
lugar cuando esa razón va desde el 10% hasta el 50% de los votos de la
organización.
El proceso de construcción
y divulgación de las cifras de ID del Banco Central de Costa Rica (BCCR) consta
de tres etapas que inician con las cifras preliminares y finalizan con las definitivas.
Las tres etapas del procedimiento son: 1) cifras preliminares, a partir de una muestra
trimestral de empresas, 2) revisión de las cifras, a partir de la incorporación
de respuestas rezagadas, empresas encuestadas en forma anual, registros
administrativos como los informes de operaciones de las empresas de los
regímenes especiales y la Encuesta
Coordinada de Inversión Directa del FMI29
y, 3) conciliación entre las cuentas internacionales y nacionales, como
resultado de la armonización de la cuenta del resto del mundo, los cuadros de
oferta y utilización, y las cuentas económicas integradas.
29 La ECID es una
iniciativa mundial de recopilación de datos impulsada por el FMI, con el
objetivo de mejorar la calidad de las estadísticas de ID, la disponibilidad de
estas, y la reducción de asimetrías a nivel internacional mediante la
comparabilidad con los países de contraparte.
Evolución de la inversión
directa en Costa Rica y su importancia para la economía costarricense
Los montos, destinos y las
actividades económicas vinculadas con la inversión directa han experimentado
cambios significativos con el paso de los años. Esto queda de manifiesto con las
relaciones de ID con respecto al PIB. Entre 1950 y 1999, los flujos de ID y el
déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos representaron en promedio
1,8% y 5,5% del PIB, respectivamente (Gráfico 1.1).
La relación de la ID a PIB
aumentó a 5,6% en el periodo 2000-2023 y, financió 1,8 veces el déficit de la
cuenta corriente, lo que ha permitido el financiamiento sostenible de ese
déficit con recursos de mediano y largo plazo, en concordancia con el objetivo
de estabilidad externa de la moneda nacional.30
30 De acuerdo con el
artículo 2 de la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica.
Adicionalmente, la ID en
términos per cápita pasó de USD 186 en el 2000 a USD 913 en el 2023.
De estos flujos, en promedio, un 45% correspondió a utilidades reinvertidas,
38% a nuevas participaciones de capital y 17% a financiamiento entre empresas
relacionadas.
Los datos de flujos de ID
por actividad económica se encuentran disponibles para el periodo 2017-2021.
Durante este lapso, en promedio, las actividades económicas de manufactura y servicios
fueron las que más recibieron ID, con el 60% y 16% del total de los flujos de
ID, respectivamente; el 24% restante corresponde a otras actividades
económicas.


En la manufactura destacan
las empresas de dispositivos médicos y electrónica de alta tecnología; mientras
que en los servicios sobresalen los suministrados a distancia a no residentes
mediante plataformas tecnológicas, de información y comunicación.
Para el lapso 2017-2021,
las empresas de ID en todas las actividades económicas aportaron en promedio el
23% del valor agregado de la producción y emplearon el 14% de las personas ocupadas
en el país. Particularmente, en manufactura, las empresas de inversión directa aportaron
59% del valor agregado y el 35% de la población ocupada en esa industria
(Cuadro 1.1).
En la última década,
aproximadamente el 59% de los flujos de inversión directa se han dirigido a
empresas en el régimen especial (zonas francas y perfeccionamiento activo)31.
Lo anterior, aunado con la estrategia de integración comercial y
diversificación de productos y mercados, ha aumentado el valor y la variedad de
la oferta exportable del país32. Este comportamiento ha contribuido
a incrementar la disponibilidad de divisas en el mercado cambiario costarricense33.
31 Véase Recuadro 1 Los
regímenes especiales de producción en Costa Rica, IPM enero 2023.
32 Véase Recuadro 1. Hechos
estilizados de la reducción del déficit de la cuenta corriente de la balanza de
pagos, IPM abril 2024.
33 Véase Recuadro 2.
Resultados de la balanza cambiaria para Costa Rica: 2020-2023, IPM abril 2023.
La actividad de
dispositivos médicos como receptora de inversión directa en Costa Rica
En la manufactura, la
actividad de dispositivos médicos es una de las mayores receptoras de flujos de
inversión directa34. En el 2000, esta industria contaba con ocho
empresas que generaban unos 1.500 puestos de trabajo directos; para el 2022 el
número de empresas aumentó a 86 (Gráfico 2.2) y la generación de puestos de
trabajo directos a 50.500. Esto propició un crecimiento extraordinario de sus
exportaciones (Gráfico 2,2). El país tardó 22 años (entre 1998 y 2019) para
alcanzar los USD 3.528 millones (5,5% del PIB) de exportaciones de
dispositivos médicos pero estas exportaciones se duplicaron en tan solo cuatro
años hasta los USD 7.384 millones (8,5% del PIB) en 2023. Hoy uno de los
dispositivos médicos, catéteres en específico, es el principal producto de
exportación de Costa Rica.
34 Para el periodo
2012-2022, en promedio, los flujos de ID de las empresas de dispositivos
médicos representaron el 20,9% del total.
¿Cuánto de este aumento en
las exportaciones puede asociarse a un legítimo incremento en el valor
agregado? Mora y Pearson (2024) utilizan un modelo de ascenso en la cadena
global de valor (CGV) de dispositivos médicos para responder a esta pregunta35.
A continuación, se resumen los principales hallazgos:
35 El modelo de ascenso en
la CGV de dispositivos médicos utilizado es el propuesto por Bamber y Gereffi
(2013).
Conformación del
conglomerado. Costa Rica comenzó su
participación en la CGV de los dispositivos médicos en 1987 cuando Baxter
inició operaciones en Cartago. Posteriormente, el conglomerado se reforzó con
el ingreso de 86 suplidores y fabricantes de piezas originales (OEMs, por sus
siglas en inglés). Este crecimiento fue impulsado en su mayoría por capital extranjero
de multinacionales estadounidenses que construyeron nuevos centros de operaciones
y manufactura en zonas francas del país. Para el 2022, 14 de las 30 principales
empresas mundiales de dispositivos médicos tenían centros de producción en
Costa Rica.36
36 La cantidad de empresas
y de empleo son datos de CINDE. Las 30 principales empresas de dispositivos
médicos proceden de MPO («The 2023 MPO Top 30 Medical Device Companies Report»
disponible en https://www.mpo-mag.com/heaps/view/11657/?nav=top_nav visitado el
11 de octubre de 2024).
Como todo fenómeno
multicausal, varios factores innatos y adquiridos facilitaron el ingreso de
esta cantidad de empresas. El factor innato es la ubicación estratégica de
Costa Rica respecto a Estados Unidos, que es el principal destino de nuestras
exportaciones de dispositivos médicos. Factores adquiridos incluyen la continua
inversión en capital humano (que data del siglo XIX), estabilidad económica,
política y social, un modelo de apertura comercial, y beneficios fiscales
otorgados a las empresas que se adhieren al régimen de zonas francas. Pero en
los últimos años, el ingreso de OEMs y suplidores forma parte de una espiral que
se retroalimenta por la consolidación del conglomerado y la misma presencia de
otras OEMs y suplidores en el país.

Mejora funcional. También existió una mejora funcional, al producir en segmentos cada vez de
mayor valor agregado. Así, se ha generado una diversificación de los segmentos
del mercado de dispositivos médicos fabricados en Costa Rica, que se aceleró
entre 2001 y 2012, cuando el país pasó a tener presencia de 6 a 15 segmentos,
pero esta participación se ha moderado en tiempos recientes, cuando se
agregaron solo dos segmentos adicionales. Esta diversificación también se ha
producido de forma intensiva, con un aumento del número de empresas en cada
segmento de mercado a lo largo del tiempo, que exportan dispositivos cuya manufactura
es de complejidad creciente.
La complejidad del tipo de
dispositivo médico exportado también aumentó. Como los fabricantes tienden a especializarse en uno o varios segmentos
de mercado, la entrada de una nueva empresa incrementa el tipo de dispositivos
que se exportan. En 1987, Costa Rica exportaba sistemas para la administración
de medicamentos, un dispositivo desechable de alto volumen y bajo costo, aunque
igualmente sujeto a altos estándares de producción y controles de calidad. En
el 2010, inició la producción de válvulas cardiacas biológicas, un dispositivo
insertable en el corazón que se utiliza para apoyar, sostener y prevenir el
deterioro de la salud humana. Por su alto riesgo para los pacientes requiere de
los más estrictos controles regulatorios. En el 2014, Costa Rica incursionó en
la categoría de equipo de capital, que son dispositivos que se adquieren una
vez, pero se utilizan múltiples veces (como los ultrasonidos).
Ingreso de suplidores
estratégicos. Un factor crítico que ha permitido
el ascenso en la CGV de dispositivos médicos ha sido la identificación e
incorporación de etapas intermedias de producción que son estratégicas. En
particular, haber atraído procesos de esterilización y recubrimientos permitió
que los dispositivos salieran de Costa Rica directamente al comprador con el
mayor valor agregado posible.
Los encadenamientos con
empresas locales, aunque limitados, existen y han ido en aumento (Monge-González, 2022). Los encadenamientos describen la acción cuando
una empresa se vuelve proveedora de otra empresa, y aumentan el valor agregado
doméstico de una industria al realizar en el país una fracción mayor de los
procesos productivos involucrados en el producto que se exporta. En Costa Rica
existen esfuerzos institucionales para acrecentar los encadenamientos entre
OEMs y empresas domésticas, en las etapas de manufactura y de investigación y
desarrollo, que han facilitado el emparejamiento entre empresas.
Mejora de procesos
productivos. La evolución del proceso describe las mejoras
en la eficiencia de los sistemas de producción. La industria de dispositivos
médicos es altamente regulada debido a las graves consecuencias de los errores
humanos y a la posibilidad de demandas por responsabilidad civil. Por ello, la
calidad del capital humano involucrado en la producción es esencial para el
éxito de las empresas. La existencia de una oferta relativamente abundante de
ingenieros bilingües (en comparación con México y Centroamérica) a un costo
relativamente bajo (con respecto a EE. UU.), ha facilitado la mejora interna de
procesos productivos, la reducción de costos y de tiempos de producción.
Además, el conglomerado se
ha consolidado en generación de habilidades, talento humano y suplidores
locales. En el 2022, la industria generó 50.500 puestos de trabajo directos. De
esta manera, las empresas de dispositivos médicos que se instalan hoy en Costa
Rica pueden recurrir a una reserva de talentos capacitada y con experiencia en
la producción de dispositivos médicos. Esto acorta la curva de aprendizaje de
la formación de nuevos profesionales e indudablemente reduce los costos de
formación de mano de obra.
Consideraciones finales
La industria productora de
dispositivos médicos en Costa Rica ha sido una de las principales receptoras de
inversión directa en el país. Su crecimiento y su ascenso en la cadena de valor
ilustran cómo el país ha logrado incrementar la diversidad y complejidad de sus
exportaciones, así como el aporte nacional en su valor agregado.
Se reconoce que las causas
del atractivo de Costa Rica como destino de este tipo de inversión son varias y
que en el futuro los incentivos fiscales podrían ser menos importantes, lo que impone
el reto de contribuir con políticas públicas de mejoramiento del capital
humano, la productividad y la eficiencia del país para continuar su atractivo
como receptor de Inversión Directa.
Referencias
Bamber, P., y Gereffi, G.
(2013). Costa Rica in the Medical Devices Global Value
Chain: Opportunities for Upgrading: Chapter 2. https://www.globalvaluechains.org/cggclisting/costa-rica-in-the-medical-devices-globalvalue-chain-pportunities-for-upgrading-chapter-2/.
Monge-González, R. y
Rivera, L. (2022). Cadenas Globales de Valor, encadenamientos productivos y
derrames de productividad. Ciencias de la Vida y Servicios Corporativos de Alta
Tecnología. Academia de Centroamérica.
Mora-García, C.A., y
Pearson, A. (2024). Costa Rica's enablers and bottlenecks in moving along
the medical devices global value chain. Documento de Trabajo N° 02-2024.
Departamento de Investigación Económica.
Banco Central de Costa Rica.
En los primeros ocho meses
del año el Gobierno generó superávit primario, pese a lo cual las finanzas
públicas mostraron un deterioro con respecto a igual periodo del 2023.
En ese lapso el Gobierno
Central registró un resultado primario y financiero equivalente a 0,9% y -2,6%
del PIB, respectivamente, que se compara con 1,4% y -2,0% generado en el mismo
periodo del año previo, en igual orden (Gráfico 14.A). Este desempeño menos favorable
obedeció al mayor incremento de los gastos totales y al bajo crecimiento de los
ingresos, específicamente de los tributarios (Gráfico 14.B).

Los ingresos totales
aumentaron 2,2% (-2,3% en agosto del 2023), lo cual significó una caída de 0,2
p.p. del PIB con respecto a los primeros ocho meses del año pasado. En
particular, los ingresos tributarios crecieron 1,4%, por debajo de lo observado
en el mismo lapso de los dos años anteriores, influidos por:
a. La caída en la
recaudación del impuesto a los ingresos y utilidades, específicamente el de
personas jurídicas del sector privado, fue de ?139 mil millones (0,3 p.p. del PIB).
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, dicho comportamiento se debió, en buena
medida, a la menor liquidación del periodo fiscal 2023 realizada en marzo del 2024
y al menor monto por concepto del primer pago parcial del periodo 2024 efectuado
en junio de este año. Dicha caída se concentró en el tramo de ingresos brutos
mayores a ?120,6 millones, en el cual se encuentra el 1% de las empresas que generan
el 65% de los ingresos de este rubro; en particular, en aquellas que según actividad
económica se clasifican en financieras y de seguros, y de transporte y almacenamiento
(Gráfico 15)37.
37 De acuerdo con la
normativa, el Ministerio de Hacienda calcula el monto correspondiente al pago
parcial de cada contribuyente. Ese pago es un adelanto del impuesto sobre la
renta que los contribuyentes deben realizar en junio, setiembre y diciembre
(artículo 22 de la Ley del Impuesto sobre la Renta). En ese sentido, los pagos
adelantados que se realizan en el periodo t están en función del pago del
impuesto de los años previos. En particular, se les aplica el promedio
aritmético de los últimos tres años o bien, el pago del año previo, el que resulte
más alto. Es posible que la apreciación cambiaria registrada en el 2023 haya
incidido en la liquidación del impuesto sobre la renta de ese año (de los
contribuyentes que reciben sus ingresos en dólares), que se realizó en marzo
del 2024, pero este tema requiere más estudio.
b. La reducción en la
recaudación del impuesto a la propiedad, específicamente el impuesto a la
propiedad de vehículos, que disminuyó en ?37,5 mil millones (0,1% del PIB 2024)
en comparación con el mismo periodo del 202338.
38 En este resultado
incidió el registro en la primera semana de enero del 2023 de ingresos base
efectivo por ?56.437 millones (0,1% del PIB 2023) por el impuesto a la
propiedad de vehículos que correspondían a la última semana del 2022. Además,
hubo otros efectos relacionados con la entrada en vigor de la Ley 10.390
"Modificación al impuesto sobre la propiedad de vehículos automotores,
embarcaciones y aeronaves" en octubre del 2023.
c. Las caídas anteriores
fueron compensadas por la recaudación de aduanas, con un crecimiento de 7,8%, y
del impuesto único a los combustibles (12,7%) que, conjuntamente, incrementaron
los ingresos en una décima del PIB.

El gasto total presentó a
agosto un crecimiento de 7,2%, muy por encima del 3,3% registrado en el mismo periodo
del 2023. Dicho comportamiento obedeció a:
a. El mayor crecimiento del
gasto primario (7,8% contra 2,2% a agosto del 2023)39, producto,
principalmente, del comportamiento de las partidas de remuneraciones, transferencias
corrientes y de capital.
39 El crecimiento
interanual del gasto primario en los primeros 8 meses del presente año fue
también superior al promedio para igual lapso en los últimos 5 años (2,3%).
Las remuneraciones
crecieron 6,5%, como resultado del compromiso asumido por el Ministerio de
Hacienda de pagar a los servidores públicos el monto retroactivo correspondiente
al aumento general a la base, pendiente desde el 2020. El importe pagado en el
2024 por este concepto fue de aproximadamente ?92.000 millones.
Las transferencias corrientes
y las de capital aumentaron 6,5% y 50,8%, respectivamente (1,3% y 3,5% doce
meses atrás, en su orden). En las primeras destacan los recursos girados a la
Caja Costarricense del Seguro Social y al Fondo Especial de Educación Superior,
mientras que en las de capital sobresalen los giros al Banco Hipotecario de la
Vivienda, a las Juntas de Educación y a la Comisión Nacional de Emergencias.
b. El pago de intereses de
la deuda fue de ?1,7 billones, equivalente a 3,4% del PIB, lo que significó un
incremento de 5,5% interanual, menor en comparación con igual periodo del 2023
y 2022 (6,2% y 11,9%, respectivamente)40.
40 Del total pagado a
agosto, 81,8% correspondió a intereses de deuda interna y el restante 18,2% a
deuda externa.
El saldo de deuda pública
del Gobierno Central creció a un menor ritmo que la actividad económica, por lo
cual la relación de deuda a PIB a agosto (60,8%) disminuyó con respecto tanto a
agosto del 2023 como al término de ese mismo año (Gráfico 16.A).

La mayor confianza de los agentes
económicos en la capacidad del Gobierno Central para atender sus obligaciones,
se manifestó, entre otros, en la reducción de las tasas de interés en el
mercado primario de deuda durante el tercer trimestre al año en curso41
y de la brecha entre el indicador EMBI para Costa Rica y para Latinoamérica
(Gráfico 16.B).
41 Para plazos entre 3 y 15
años la disminución fue de entre 33 p.b. y 47 p.b., en títulos en colones y
alrededor de 19 p.b. en títulos en dólares a 10 años.
Este último resultado
signifca que los bonos soberanos costarricenses son percibidos como "de menor
riesgo de impago" en comparación con los de algunos países con mejor calificación
crediticia.
1.3 Condiciones monetarias
El Banco Central estima que
el comportamiento de los agregados monetarios al término del tercer trimestre
del año no generará presiones inflacionarias que excedan la meta de inflación
en los próximos 24 meses.
Al término del tercer
trimestre42 del presente año la base monetaria aumentó 1,4% con respecto
a diciembre del 2023, variación determinada, principalmente, por la expansión monetaria
resultante de la compra neta de dólares efectuada por el BCCR en el mercado cambiario
y del pago de intereses sobre los instrumentos de captación en moneda nacional.
Esos movimientos fueron parcialmente compensados por la colocación neta de
bonos de estabilización monetaria y el aumento de los depósitos en el Mercado
Integrado de Liquidez (MIL).
42 Considera información
del BCCR y de los intermediarios financieros (preliminar) al 30 de setiembre
del 2024.Las tasas de crecimiento de los agregados monetarios y del crédito al
sector privado excluyen el efecto de la variación en el tipo de cambio.
El ahorro financiero,
aproximado por los agregados monetarios amplios, mostró al término de setiembre
tasas de variación coherentes con el crecimiento de la actividad económica y la
meta de inflación, por lo cual se considera que su comportamiento no incuba presiones
inflacionarias por encima de dicha meta.
La liquidez total y la
riqueza financiera crecieron, en promedio, a una tasa interanual en torno a
8,0%, en tanto que el medio circulante (M1) amplio se aceleró, de 4,3% en setiembre
del 2023 a 11,9% un año después, lo cual puso de manifiesto la mayor preferencia
de los ahorrantes por depósitos altamente líquidos en colones (Gráfico 17.A). Este
comportamiento es consecuente con el menor costo de oportunidad de mantener instrumentos
con bajo o nulo rendimiento, dada la reducción de las tasas de interés pasivas en
colones43 y con niveles de inflación negativos en los últimos 16
meses.
43 Las reducciones de la
TPM desde marzo del 2023 y hasta el 31 de octubre de 2024 (500 p.b.) se han
trasladado principalmente a las tasas pasivas y, en menor medida, a las tasas
activas.
La disminución de las tasas
de interés pasivas en colones, unida al comportamiento en las tasas pasivas en
dólares y las expectativas de variación en el tipo de cambio (según mercado),
ubicó el premio por ahorrar en moneda nacional en torno a -240 p.b., en promedio,
a finales de setiembre (Gráfico 17.B).
Los valores negativos del
premio por ahorrar en colones44 han incidido en la dolarización de
los depósitos a plazo. Al término de tercer trimestre, la participación
relativa del componente en moneda extranjera de dichos depósitos aumentó en 2,9
p.p. con respecto al mismo lapso del año previo (1,1 p.p. en la liquidez total45).
No obstante, si se compara con el segundo trimestre del 2024, este proceso de
dolarización se ha contenido, toda vez que la proporción del componente en
dólares en la liquidez y la riqueza financiera ha disminuido en torno a 0,2
p.p. (Gráfico 17.C).
44 Esto debido,
principalmente, al comportamiento de las expectativas de variación cambiaria,
toda vez que las tasas de interés nominales en colones son mayores a las correspondientes
en dólares.
45 En el caso de la riqueza
financiera la participación relativa del componente en moneda extranjera se ha mantenido
relativamente estable, en torno a 25%, en los últimos doce meses terminados en
setiembre del 2024.

El crédito al sector
privado (CSP) en moneda extranjera continúa con altas tasas de crecimiento,
pero desacelera.
El CSP creció al tercer
trimestre del 2024 a una tasa anual cercana a 8,0% (6,0% un año antes),
coherente con el crecimiento de la actividad económica y la meta de inflación46.
El crecimiento se observó tanto en moneda nacional como extranjera, pero fue considerablemente
mayor en esta última (Gráfico 18.A). Sin embargo, el financiamiento en moneda
extranjera evidencia una desaceleración en su ritmo de crecimiento.
46 El incremento gradual en
la profundización financiera lleva a que el agregado tienda a crecer a un ritmo
mayor que el crecimiento del PIB nominal.
La mayor demanda de crédito
en dólares ha sido consecuente con el encarecimiento relativo del financiamiento
en colones. Al finalizar el tercer trimestre, el comportamiento de las tasas activas
en colones y en dólares y la evolución de las expectativas de variación
cambiaria (mercado), llevó a que el costo en exceso por endeudarse en colones
fuera positivo y se ubicara en 48 p.b., menor al valor observado en el
trimestre previo (167 p.b.)47.
47 Esta reducción podría
haber influido en la desaceleración en el crecimiento del crédito en moneda
extranjera comentada previamente.
Como resultado del mayor dinamismo
del crédito en moneda extranjera, su participación relativa dentro del total
ascendió a 32,5% en el período en comentario, 1,1 p.p. por encima de lo
observado un año atrás (Gráfico 18.B), lo cual aumenta la exposición del
sistema financiero al riesgo cambiario, especialmente si el crédito se concede
a personas con exposición cambiaria48. Cifras a agosto del actual
año evidencian un aumento de 5 p.p.49 en la proporción del crédito
en moneda extranjera otorgado a deudores con exposición cambiaria.
48 Según el Reglamento
sobre Administración Integral de Riesgos (Acuerdo Sugef 2-10), a partir de
enero del 2023 el deudor de un crédito en moneda extranjera califica como "sin
exposición a riesgo cambiario" si dispone de una cobertura natural o financiera
contra ese riesgo, que debe cubrir al menos el 100% del servicio del crédito.
La cobertura natural ocurre cuando el deudor tiene un flujo regular de ingresos
en la misma moneda de la(s) operación(es), en tanto que la financiera ocurre si
dispone de un derivado financiero para cubrirla.
49 Dicha proporción pasó de
58,5% en agosto del 2023 a 63,5% en igual mes del 2024.

Según las fuentes y usos de
recursos, en los primeros nueve meses del año el crédito en moneda extranjera
fue atendido con recursos provenientes de la captación del público, en tanto
que, en colones, además del incremento en la captación, contribuyó la reducción
de la tenencia de títulos fiscales por parte de los intermediarios financieros,
aunque en menor medida. Por actividad económica, cerca de 50%50 del
crédito continúa concentrado en consumo y vivienda, hecho que aumenta la
exposición del sistema financiero y limita el financiamiento a otras
actividades.
50 En julio del 2024, el
crédito en colones se concentró en las actividades de consumo (43,5%) y
vivienda (28,7%), mientras que en dólares fue en servicios (27,0%), vivienda
(24,0%) y comercio (13,8%).
A agosto del presente año,
la morosidad del Sistema Financiero Nacional aumentó en comparación con en
igual mes del año previo. El indicador de mora regulatoria de la cartera crediticia
(morosidad mayor a 90 días o en cobro judicial) se ubicó en 2,8% (1,8% en
agosto del 2023). No obstante, el indicador de mora amplia del Sistema Bancario
Nacional (que incluye la mora regulatoria, los créditos liquidados y los bienes
recuperados) registró una ligera reducción, al pasar de 11,6% en agosto del
2023 a 11,3% en igual mes del año en curso51.
51 El indicador de mora
amplia se ubicó en febrero del 2020 (mes previo a la declaratoria de la pandemia
en Costa Rica) en 11,3%.
1.4 Inflación
En promedio, durante el
tercer trimestre del 2024 la inflación general alcanzó un valor positivo, que
constrasta con la tasa negativa del trimestre previo. De igual modo, la inflación
subyacente52, que se ha mantenido en valores positivos, también
aumentó con respecto al segundo trimestre del año en curso. Sin embargo, ambos
indicadores se mantuvieron por debajo del límite inferior del rango definido
alrededor de la meta de inflación.
52 La inflación subyacente
captura en mayor medida el efecto de factores internos de demanda sobre las
cuales tiene efecto la política monetaria. Para mayor detalle, ver la nota
técnica "Índices de inflación subyacente de Costa Rica (IIS2021)".
Durante el tercer trimestre
del 2024, la inflación general, medida con la variación interanual del Índice
de Precios al Consumidor (IPC), mostró tasas alrededor de cero, cuyo promedio fue
0,1% (-0,3% en el trimestre previo). Por su parte, los indicadores de inflación
subyacente registraron valores positivos con un promedio trimestral de 0,5%
(0,2% en el segundo trimestre). Particularmente, en setiembre pasado la
inflación general se ubicó en -0,1% y la subyacente en 0,5% (Gráfico 19.A),
ambos por debajo del límite inferior del rango alrededor de la meta de
inflación (3,0% ± 1 p.p.).

El retorno de la inflación
general a una tasa interanual promedio ligeramente positiva en el tercer
trimestre del presente año se explica por la evolución de precios del subíndice
de servicios, contrario a lo observado en los trimestres previos, cuando el
subíndice de bienes determinó los resultados de la inflación general53.
En dicho lapso, la inflación de servicios contribuyó con 0,8 p.p. a la general,
lo que compensó el aporte negativo de 0,7 p.p. del subíndice de bienes54.
53 El aporte negativo del
subíndice de bienes mostró una tendencia a la baja a partir de setiembre del
2023, determinada, principalmente, por la recuperación en los precios de los
alimentos.
54 La ponderación de los
bienes y servicios en la canasta del IPC es de 53% y 47% respectivamente (base diciembre
2020), con variaciones interanuales promedio de -1,4% y 1,8% en el orden
indicado.
Contrario a lo señalado
para el trimestre, en setiembre el subíndice de bienes fue el que determinó el
resultado interanual negativo de ese mes. Dicho subíndice disminuyó 1,7% y, aunque
el de servicios creció en igual magnitud, dada su ponderación relativa en la
canasta del IPC, la contribución negativa de los bienes más que compensó el
aporte positivo de los servicios al resultado de la inflación interanual de ese
mes (Gráfico 19.B).
Al desagregar el IPC según
sus componentes regulado y no regulado, la variación interanual del primero en
el tercer trimestre del 2024 fue de -1,2% (-0,8% en el trimestre previo) y contribuyó
con -0,2 p.p. al promedio de la inflación interanual del trimestre en análisis.
La evolución de este componente estuvo determinada, mayormente, por la
reducción en las tarifas del transporte en autobús (5,5%), combustibles (1,5%)55
y suministro de agua (3,4%), en ese orden. Por su parte, el componente no
regulado mostró una variación interanual promedio de 0,3% (-0,2% en el
trimestre previo) y aportó 0,3 p.p. a la inflación promedio del trimestre. Su
incremento se asocia con los componentes de alimentos, comidas fuera del hogar,
paquetes vacacionales, telefonía fija y boleto aéreo, entre otros.
55 En setiembre el precio
del combustible cayó 6,4%, lo que compensó las variaciones positivas observadas
en julio y agosto, y llevó a la reducción promedio de 1,5% en el trimestre.
Esto difiere de lo ocurrido en el segundo trimestre, cuando esta variable
presentó una variación positiva que contribuyó al aumento de la inflación.
El retorno de la inflación
a valores ligeramente positivos, responde, mayor medida, al menor ritmo de
disminución de los precios externos, al incremento en los costos del transporte
marítimo y a los efectos de la postura menos restrictiva de la política
monetaria.
El menor ritmo de
disminución de los precios externos se ha reflejado internamente en el índice
de precios de materias primas importadas, el cual registró en los primeros
nueve meses del año en curso una reducción promedio inferior (-5,4%) en
comparación con el 2023 (-12,3%) (Gráfico 20.A).
Sin embargo, es importante
mencionar que en el tercer trimestre el índice de materias primas importadas
mostró una disminución promedio interanual de 9%, superior a la de los dos trimestres
previos (-4,0% y -3,2% en el primero y segundo, respectivamente), explicada por
la caída en agosto y setiembre del precio del crudo WTI (7,3% y 21,8% en el
orden indicado)56. El impacto de dicha reducción sobre el índice fue
compensado en parte por el leve decrecimiento en el precio de los alimentos57
y por el alto aumento en el precio mundial del transporte marítimo58..
56 Si se excluye el precio
del WTI, la caída del índice durante el tercer trimestre sería de 10,3% (-14,3%
en el trimestre previo).
57 El índice de
alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) presentó una caída interanual promedio de 0,3% en el
tercer trimestre del 2024 menor al -3,5% del trimestre anterior.
58 La referencia del precio
mundial de transporte de contenedores aumentó 57,2%, en promedio, entre el
segundo y tercer trimestre del 2024 (de USD 3.552 a USD 5.114),
pero el incremento fue más significativo en relación con el precio medio del
2023 (USD 1.488). Este comportamiento respondió, entre otros, a las
tensiones geopolíticas en el mar Rojo y a los efectos del cambio climático
sobre esta actividad.
El menor ritmo de
disminución de los precios externos y el aumento en el precio del transporte
marítimo han influido en el Índice de Precios del Productor de la Manufactura (IPP-MAN),
indicador que, si bien mantiene variaciones interanuales negativas desde abril del
2023, ha sido cada vez menos negativo. Particularmente, en el tercer trimestre
del 2024 su variación interanual promedio fue de -2,9% (-3,4% en el anterior)59
(Gráfico 20.B).
59 Al desagregarlo por tipo
de bien, el subíndice de precios de bienes de consumo final, que podría tener
mayor impacto en el corto plazo sobre el IPC, mostró en el tercer trimestre del
2024 una variación interanual promedio de -0,3% (-0,6% en promedio de los dos
trimestres previos); en setiembre fue de 0,3%.
Elementos de índole interno
también han contribuido al retorno de la inflación a un valor ligeramente
positivo en el tercer trimestre. Entre ellos destacan, la política monetaria
menos restrictiva60 aplicada a partir de marzo del 2023, y la menor
apreciación de la moneda local en lo que transcurre del 2024.
60 Entre diciembre del 2021
y octubre del 2022 la TPM aumentó en 825 p.b., lo que propició una postura
restrictiva de la política monetaria desde noviembre del 2022, que contribuyó a
moderar las presiones de demanda agregada y facilitó la contención de los
efectos inflacionarios de segunda ronda.

Las expectativas de inflación,
tanto las obtenidas de la encuesta que realiza el Banco Central como las
estimadas a partir de la negociación de títulos públicos en el mercado
financiero costarricense (expectativas de mercado), permanecen dentro del rango
de tolerancia definido para la inflación; sin embargo, sus valores han tendido
hacia el límite inferior de dicho rango. Al término del tercer trimestre del
2024, la primera de estas mediciones ubicó la mediana de las expectativas de
inflación a 12 y 24 meses en 2,0% y 3,0% respectivamente, mientras que las
expectativas de mercado se situaron alrededor de 2,3% a esos plazos61
(Gráfico 21).
61 Para los plazos a 36 y
60 meses las expectativas de mercado se ubican, en promedio, en 2,6% en los
últimos tres años terminados en setiembre del 2024.

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